divagando...

jueves, septiembre 29, 2005

C.B. MÁLAGA, La unión hace la fuerza

-------- Publicado: Lun, 26 Ago 2002 -------

La historia del hoy Unicaja de Málaga es un espejo sobre como dos aficiones pueden superar rencillas y rivalidades para unirse y alcanzar un objetivo común. He de confesar que yo no confiaba mucho en la fusión que se produjo en el año 92 entre el Unicaja y el Mayoral Maristas, y me explico:

En el verano que precedió a la temporada 89/90, el Grupo IFA de Barcelona (ex Espanyol) y el mítico Granollers sellaban su fusión dando a Manel Comas la posibilidad de elegir entre 15 hombres para formar una sola plantilla de la cual naciera el nuevo Grupo IFA Granollers. La apuesta tuvo unos comienzos desoladores, pero poco a poco el nuevo IFA se entonó y acabó completando una buena temporada, pero con los años acabó por parecer más una absorción por parte del conjunto vallesano que una fusión. Además, la historia acabó en la desaparición del equipo.

La principal diferencia estibaba en que el Grupo IFA barcelonés no tenía peso histórico ni una afición fiel, además de no existir rivalidad entre éste y el Cacaolat, todo lo contrario que los dos conjuntos malagueños, con un cierto peso en la Liga (sobre todo el Caja de Ronda) y con mucha tradición (sobre todo el Maristas). Que dos aficiones con tanta tradición y tan numerosas fueran capaces de aceptar el hecho de compartir pabellón y favorito con el rival declarado era algo que se me antojaba como imposible. (1)

Mis primeros recuerdos de un equipo malagueño son los del lamentable (que no se me ofenda nadie, por favor) Caja de Ronda de la temporada 87/88, que perdió TODOS los partidos de la fase regular menos uno y los dos primeros del play-off de descenso contra el TDK. Supongo que más de uno se estará preguntando como es que semejante desastre de equipo pudo llamar la atención de alguien joven. Muy sencillo, aquel Caja de Ronda se convirtió en el primer (y creo que único) equipo de la historia de la ACB en remontar un 2-0 y salvarse del descenso contra el TDK, aunque la posterior ampliación de la Liga hizo que ningún equipo descendiera. Si se podía destacar algo de aquel conjunto era la presencia de un tipo delgadísimo y con la rodilla hecha una pena, que había salido de la cantera del Joventut: Rafa Vecina, que se convirtió en una pieza clave del crecimiento del equipo en los años siguientes.

En la temporada 88/89 aterriza en el Caja de Ronda un personaje fundamental en la historia del basket malagueño, Mario Pesquera, proveniente del Fórum de Valladolid. De su mano llegarán una pareja de americanos ciertamente excepcional como Ricky Brown (campeón de Europa con el Philips de Milán de Meneguin, Riva y MacAdoo) y Joe Arlaukas, que junto con Fede Ramiro y el mencionado Rafa Vecina formarán la columna vertebral del equipo. Será tan vertebral que la presencia de cualquiera de ellos en el banquillo se hará poco menos que testimonial y el único puesto en el que Pesquera se podrá permitir cierto lujo para mover el banquillo es en el de escolta, alternando el tiro exterior de Jordi Grau con la penetración de Palacios, aunque valga decir que ambos eran, de largo, lo peor del cinco del Caja de Ronda.

La temporada de los malagueños es espléndida y queda culminada con un más que meritorio quinto puesto. Los refuerzos presentados de cara a la temporada siguiente son prácticamente cero y todo hace suponer un descenso en el nivel competitivo del equipo, creencia que recibirá un total de nueve bofetadas en forma de victorias consecutivas (incluidas contra el Barça, Joventut y Madrid, a la sazón los 3 primeros clasificados de la liga) con las que el basket controlado de "la computadora", Fede Ramiro, comenzará la temporada. La primera derrota tendrá lugar, precisamente, en la pista del nuevo Grupo IFA Granollers. El rendimiento del Caja de Ronda será más discreto en la segunda parte de la primera fase, lo que le llevará a acabar sin opciones de ser líder, y a finalizar la segunda fase como 4º clasificado, aunque la pujanza del renovado Estudiantes de Herreros le cerrará el paso de las semifinales, repitiendo el quinto puesto de la temporada anterior.

Esa misma temporada (89/90) el basket malagueño tiene, merced al ascenso del Mayoral Maristas, dos equipos en la liga ACB. El nuevo inquilino de la máxima categoría del basket español es del todo atípico: está entrenado por un tipo joven con notables entradas y con un llamativo parecido a Arévalo, Javier Imbroda y basa la práctica totalidad del juego en dos americanos espectaculares y efectivos: el megaanotador Ray Smith y el saltarín Mike Smith. Aclaremos que no son hermanos. En aquella plantilla también encontramos a Nacho Rodríguez. El primer año del Mayoral es estupendo y logran colarse en el Grupo A de la segunda fase merced al 8º puesto, lo que equivalía a eludir el descenso. Los botes que dio Mike Smith aquel día no se me olvidarán jamás ya que, pese a perder el último partido, el Maristas se clasificó merced a la derrota de un tercer equipo. Recuerdo a Imbroda declarando a Antena 3 (en aquella época había carruseles de basket los Sábados, snif) que el árbitro les había amenazado de técnica si no cesaban en las celebraciones, como si a ellos les importara algo...

En la segunda fase el Maristas acusa su corta plantilla y acaba último de su grupo, lo cual no puede empañar el excelente primer año del equipo, hermano pobre del Caja de Ronda, pero acaba por suceder lo habitual cuando destacas siendo pobre, que te desmantelan el equipo. Ray Smith se marchó al CajaCanarias y Mike se pasó al gran enemigo malagueño, el Caja de Ronda, lo cual me sirve como excusa para saltar a explicar más cosas sobre éste.

La llegada de Mike Smith en la 90/91 fue el principio del fin de todo lo bueno que había dado Mario Pesquera al Caja de Ronda. El jugador era una de las perlas del mercado y recientemente se había nacionalizado español. A diferencia de ahora, que basta con tener doble nacionalidad para jugar en España de nacional, en aquellos tiempos era necesario que pasaran tres años desde la nacionalización para que un jugador pudiera dejar de ocupar plaza de extranjero, pero a la directiva le dio igual y fichó al jugador pese a no ser petición del técnico. El Unicaja había perdido a Brown y a Arlauckas y Pesquera quería dos jugadores interiores de similares características que los que habían abandonado el barco, resultando obvio que un alero saltarín no era una necesidad de primer orden del equipo. Pesquera se negó a aceptar a Smith hasta que no ocupara plaza de nacional, lo que le llevó a enfrentarse a la directiva, que cedió inicialmente y tuvo al jugador inactivo durante la mitad de la temporada. Cuando los resultados fueron adversos (y lo fueron desde el principio), Pesquera fue cesado y su sustituto, Martín Urbano, incorporó de inmediato a Smith al equipo, lo que no sirvió para maquillar una decepcionante temporada que concluyó con el puesto décimo.

La temporada del Mayoral no fue especialmente mala, pese a perder a los Smith subieron dos puestos (del 15 al 13), merced a su innegable combatividad, pese a perder parte de su encanto.

El caso es que el affaire Smith fue nefasto para el Caja de Ronda, que además de perder al entrenador que le había llevado arriba, perdió al jugador al año siguiente (Smith salió pitando en cuanto llegó la oferta de la penya) y toda la credibilidad conseguida en los dos primeros años de Pesquera.

La temporada 91/92 es la última con dos equipos malagueños en la Liga ACB. Una muy floja temporada de ambos que se salda con los puestos 14 y 15 para Unicaja de Ronda y Mayoral, respectivamente. La temporada, no obstante, dejará para la historia la llegada de un jugador extraordinario al Mayoral, que se convertiría en un auténtico referente para el futuro Unicaja: Mike Ansley. Al acabar esa temporada los dirigentes de ambos clubes debieron pensar que la unión hace la fuerza y que si conseguían superar las rencillas de los aficionados tenían mimbres para conseguir algo importante, aunque fuera a largo plazo. Además, según contó el forero BOSS, la situación económica del Maristas era absolutamente insostenible y más que una fusión fue una absorción.

El Unicaja se hacía cargo del 60 % del capital de la nueva sociedad y el Maristas del 40 restante, además de vender su plaza y poder aprovechar la pasta ingresada para incorporar jugadores. Siempre según las fiables informaciones de BOSS, los primeros partidos del nuevo Unicaja-Mayoral fueron algo extraño para la afición, con el sector cajista gritando "Caja, Caja" y el sector de maristas gritando lo contrario, hasta que un día a alguno se le ocurrió lo de "Málaga, Málaga", y así ha ido hasta ahora.

Una vez culminada la fusión, la parte cajista de la directiva se hizo cargo de la sección económica del club y la parte del maristas de la deportiva (Imbroda, Ansley, Nacho Rodríguez...). Obviamente, los resultados no llegaron de inmediato y la primera temporada del Unicaja-Mayoral concluyó con un discreto noveno puesto, que debía ser la piedra sobre la que edificar el futuro, como así fue.

La temporada 93/94 fue la del factor de corrección. El Unicaja anduvo toda la temporada rondando el 9º puesto y el TDK el 3º, pero al acabar la regular debieron verse las caras en el play-off de corrección y el Unicaja ascendió un puesto a la vez que el TDK descendía al 9º, perdiendo sus opciones de estar en la siguiente Liga Europea (el principal beneficiado de esto fue el Joventut). El Manresa se vengó en el play-off eliminando a los malagueños, pero el daño ya estaba hecho.

El verano anterior se había disputado el Europeo de Selecciones de Alemania y la selección española en la debutaba Lolo Sainz realizó una espléndida primera fase, ganando casi todos sus partidos (lástima de ese cruce con Alemania ). Recuerdo que el partido contra Rusia se ganó por unos 15 puntos, pero en aquel equipo me impresionó un alero con cara de no haber roto un plato en su vida que hacía de todo y todo bien, anotaba, penetraba, tiraba y defendía: Serguei Babkov. Me extrañó que ningún equipo ACB lo fichara, algo que corrigió Imbroda en la temporada 94/95, junto con un pívot de aspecto simiesco y saltarín llamado Kenny Miller y al repescado Michael Ansley. Con esta tripleta de extranjeros, más Nacho Rodríguez, Manel Bosch, Alfonso Reyes y un grupo de jóvenes con talento (Ruíz, Ávalos, Guillén...), el Unicaja comienza la temporada con una racha sensacional que le lleva a ostentar varias semanas el liderato, aunque acaba quedando segundo de la clasificación general por detrás del Barça. Por el camino quedan victorias ante el Joventut (con tremenda remontada), el Madrid, el TauGres, etc... ante la atónita mirada de su propia afición, que no termina de creerse lo que está viendo. El juego del equipo, basado en una fuerte defensa y en las genialidades de sus hombres exteriores y de Ansley, causa sensación y el Ciudad Jardín se queda pequeño para acoger a las nuevas ordas de Unicajadictos. La afición malagueña jugará un papel fundamental en estos años; pasional y fiel como ninguna, imaginativa como pocas y, en ocasiones, un tanto agresiva, lleva en volandas al equipo a la mejor temporada de su historia.

Además, el Unicaja se ve favorecido por la eliminación del TauGres en los cuartos de final frente al TDK y jugará las semifinales contra un rival sensiblemente inferior, al que vencerá con la claridad de un 3-0. De esa eliminatoria me queda un detalle desagradable de la afición malagueña (no me peguéis, por favor): con el segundo partido casi acabado (y ganado), los hinchas del Unicaja se giran hacia la escasa representación manresana para cantarles "Adiós, a la liga, adiós". En un detalle sin importancia, pero a mi juicio innecesario teniendo en cuenta que en frente se hallaba un equipo modesto que había logrado algo muy meritorio y merecía otro gesto.

Y llegaba la gran final. Tras la durísima semifinal disputada contra el campeón de Europa, el Madrid de Sabonis, el Barcelona parecía tenerlo todo franco para recuperar el trono que no ocupaba desde hace 4 años, al disputar la final contra un novato (era la primera vez que disputaba la final un equipo que no fuera Barça, Madrid o Joventut, lo que da una idea del alcance de la gesta malagueña).

El día después de la disputa del primer partido, la España baloncestística amaneció frotándose los ojos ante la lección que los de Imbroda habían dado en el primer partido. El segundo, el tercero y el cuarto se resolvieron por una canasta de diferencia, y en este último donde Unicaja, que dominaba la serie 2-1, tiene la gran ocasión de su vida. Con dos puntos abajo en el marcador, Ansley (jugador especializado en ese tipo de menesteres) se juega un triple que no entra y la eliminatoria se decide en el quinto partido, que el barça decide en la segunda parte, dándole un digno colofón a la carrera del más grande jugador que ha vestido su camiseta hasta hace bien poco: Don Juan Antonio San Epifanio.

Vamos a ver como trato este tema tan delicado... la final está presidida por la crispación ya las declaraciones fuera de tono de ambos técnicos. Obviamente, el resultado del primer partido marcó el desarrollo de toda la serie y obligó a un esfuerzo titánico al conjunto culé, lo cual hizo cundir nervios por doquier. Después del tercer partido, Aíto realizó unas declaraciones fuera de lugar sobre el arbitraje y la afición del Unicaja que hace que aún hoy, 7 años después, la afición malagueña le siga profesando un odio inigualable. La contestación de Imbroda creo recordar que no fue precisamente una carta de amor. Además, se suceden los detalles antideportivos, como la agresión d Andreu a un empleado del Unicaja o la extralimitación de funciones de algunos aficionados malagueños (una cosa es animar a tu equipo y presionar al contrario y otra muy distinta es intentar mover los soportes de las canastas cuando el rival está lanzando tiros libres).

Pero en fin, volvamos al ámbito deportivo que es lo que toca. Con las bases del proyecto asentadas, conservando la práctica totalidad de la plantilla (solo Bosch abandona el equipo en dirección al blaugrana), y con la ilusión de su primera participación en la Liga Europea, el Unicaja inicia la temporada 95/96.

En la Liga, el rendimiento del equipo es muy bueno y acaba la fase regular clasificado en el tercer lugar, aunque cae en el play-off de cuartos ante el TDK, que le devuelve la eliminación del año anterior. En Copa cae en cuartos ante el Murcia (anfitrión) y en Europa da una muy buena imagen pero la inexperiencia y ciertos arbitrajes (recuerdo uno escandaloso contra el Olympiakos en el Ciudad Jardín...) le impiden clasificarse entre los cuatro primeros de su grupo.

Las siguientes temporadas son más flojas, aunque el Unicaja tendrá la ocasión de vengar la final perdida contra el barça en el play-off de cuartos de la temporada 96/97, año en el que se incorporan Tomás Jofresa y Deon Thomas, pero el barça volverá a salvar el match-ball del Ciudad Jardín y rematará la serie en el quinto partido del Palau.

En la temporada 98/99, Imbroda decide cambiar de aires y hacerse cargo del Caja San Fernando de Sevilla, al cual lleva a las dos finales domésticas, la de Copa y la de Liga, mientras su sustituto en el Unicaja, Pedro Ramírez, no consigue emular las gestas de su predecesor.

Para la temporada 99/00, la directiva malagueña decide apostar sobre seguro y dar el mando de la nave a Bozidar Maljkovic, el único entrenador, junto con Obradovic, que ha ganado la Liga Europea con 3 equipos distintos. Sabedor de la animadversión que se tienen Aíto y Boza y del palmarés del serbio, Ángel Noriega tiene claro que el nuevo coach será del agrado de la hinchada, como así fue. Al fichaje de Maljkovic se añade la inauguración de un nuevo pabellón, habida cuenta de lo (extremadamente) pequeño que se ha quedado el Ciudad Jardín. No obstante, graves defectos en la estructura del Martín Carpena hacen necesario el regreso al Ciudad Jardín una temporada más.

En su primera temporada en Málaga, Maljkovic conduce (por los pelos) al Unicaja a los play-offs, donde volverá a tener (por tercera vez en 6 años) al barça contra la pared, pero nuevamente se repetirá la historia y el conjunto culé sentenciará en el quinto. Además, hay que añadir el subcampeonato en la Copa Korac, cuya final se pierde contra el Limoges.

En la temporada 00/01 se produjo por fin el definitivo traslado al Martín Carpena y se empieza a apreciar el sello de Maljkovic. Seis años después, el Unicaja vuelve a meter la cabeza en las semifinales, tras eliminar en cuartos de final al Pamesa, donde vuelve a cruzarse el Barcelona de Gasol, que en esta ocasión vence con menos problemas por 3-0. Pero esta temporada siempre será recordada como la del primer (y hasta el momento, único) título en la historia del club: la Copa Korac.

Y llegamos a la temporada pasada, que el Unicaja inicia con otro fichaje medio deportivo-medio político: Milan Gurovic, un muy buen jugador que había salido del Barça echando pestes de Aíto, lo que unido a su innegable clase hace que sea recibido en Málaga como un mesías (no hay más que ver la cantidad de Gurovics que hay por el foro). La temporada de los malagueños es más que notable, acabando segundos en la fase regular y , pese a ser eliminados en la primera fase de la Euroliga (perdiendo muchos partidos por la mínima) y en las semifinales de la Copa (dejándose remontar más de 10 puntos de diferencia) se plantan en la final, donde además contarán con la ventaja de campo, pero su rival, el Tau, llega en un espléndido momento de forma y, sin tener mejor plantilla, sí demuestra estar mucho más acostumbrado a este tipo de citas. La principal diferencia en el crecimiento de ambos clube ha sido que el Tau ha ido creciendo de un modo mucho más gradual y paulatino que el Unicaja, que ha alternado grandes campañas o otras más que mediocres. Da la sensación de que Querejeta siempre ha tenido claro lo que ha querido, mientras que la directiva del Unicaja empieza a tenerlo claro ahora. Crecer despacio ha hecho que el Tau haya llegado mucho más preparado anímicamente para jugar los momentos decisivos de la última final. La victoria final del equipo vitoriano por 0-3 es inapelable, pero ello no debe quitar mérito a lo conseguido por el Unicaja, que debe seguir luchando para acabar de acceder donde ya se ha hecho un hueco el Tau: la Aristrocracia.

Eso sí, parece que para conseguirlo sería recomendable mantener amordazado y atado al presidente.

Un saludo.

miércoles, septiembre 28, 2005

EL CUARTO MUNDO, DE JACK KIRBY

Tras perder los derechos de publicación de Marvel, Planeta tardó poco en reaccionar lanzándose a la publicación de clásicos de prensa (que lamentablemente no parecen haber tenido mucho éxito), cómics de la DC y un extraño coleccionable de Lucky Luke (poco éxito le auguro a esta última iniciativa).

Dentro de su política de publicación de DC, Planeta no hab tenido excesivamente claro qué hacer hasta el momento. Publicar compulsivamente cosas que ya había sacado al mercado Zinco es un error que ya había cometido Norma, pero ya se sabe que el hombre es el único animal que no sé qué de una piedra.

Hasta ahora.

Porque con la publicación del primer tomo de "El cuarto Mundo" del maestro Jack Kirby parece que por fin han atinado, ofreciendo al público algo que realmente faltaba en el mercado: Clásicos de DC, pero clásicos de verdad, no tebeos de hace 20 años como los Nuevos Titanes, que ya publicó en su momento Zinco. No, estamos hablando de tebeos que, por múltiples razones, permanecen inéditos en nuestro país, y las 4 colecciones del Cuarto Mundo de Kirby es una de las grandes lagunas que exigen ser solucionadas.

Kirby abandonó Marvel por desaveniencias con Stan Lee a principios de los 70 y la distinguida competencia le recibió con los brazos abiertos y con la promesa de gozar de absoluta libertad creativa, lo que el Rey aprovechó para dar rienda suelta a su imaginación, sus ansias de experimentación gráfica y su obsesión por la manipulación genética.

¿El resultado? A nivel de conceptos, sencillamente magistral (Darkseid, Nueva Génesis, Apokolips, etc...), a nivel global, no diría de fallido, pero sí un tanto árido.

Siempre se ha mantenido que en sus obras cumbres en Marvel (Fantastic Four y Thor, por encima del resto) su responsabilidad total era mucho mayor que la de Stan Lee, y estoy de acuerdo en líneas generales, pero leyendo (lo poco que he podido leer, ya que mi inglés no es precisamente para echar cohetes) Mr Miracle o New Gods de Kirby, uno se percata de que allí "falta algo". Stan Lee le daba humanidad a los personajes, contenía en un punto necesario las ansias experimentadoras de Kirby y el resultado era un producto más compacto, más homogéneo. En definitiva, mejor.

Pero que nadie se llame a engaño, que considere que el Cuarto Mundo no está a la altura de Fantastic Four o Thor no significa en modo alguno que no se trate de una obra imprescindible.

Saludos.

lunes, septiembre 26, 2005

SALTO AL VACÍO

Con una nómina absolutamente miserable, tras 7 años de alquileres y en un momento de inflación inmobiliaria sin precedentes voy a emprender la aventura más arriesgada de mi vida: me voy a comprar un piso.

La cosa está tan jodida que, por mi empecinamiento en vivir relativamente céntrico, el piso elegido es un cuarto sin ascensor. “¡Qué locura!”, dirán algunos, no sin razón, pero es que era o eso o comprármelo en las afueras, en algún pueblo o que midiera 35 m2, lo cual hubiera significado tener que usar el coche para todo en los dos primeros casos o tener que dormir de pie en el segundo.

Es, decía, un cuarto sin ascensor y tiene alguna que otra cosa que sería recomendable reformar, pero tiene hueco para poner ascensor en un futuro y puedo entrar a vivir ahora mismo dejando las reformas para más adelante. Esto último es poco recomendable, lo sé, pero mi situación económica no me deja otra alternativa.

Lo peor empieza ahora. Voy a tener que mirar qué condiciones me ofrecen los distintos bancos y cajas de ahorro para el préstamo hipotecario, tendré que realizar un sinfín de desembolsos y papeleos (con lo que me apasiona a mí la burocracia), pedir las pertinentes ayudas económicas y mi 5ª mudanza en no llega a 8 años. Eso sí, espero que ésta sea la última en muchos años.

¿Y el futuro? Pues se presenta con unas estrecheces económicas superlativas. La letra del piso se va a comer el 60% de mi nómina, lo cual va a reducir mi vida social prácticamente a cero a la espera, espero que no muy prolongada, de que vengan tiempos mejores.

Saludos asustados.

jueves, septiembre 22, 2005

PRÓRROGA

En un incomprensible pero extremadamente bienvenido giro de los acontecimientos el estado de salud de mi abuela ha experimentado una notable mejoría que me hace pensar que aún me queda un tiempo indeterminado para disfrutar de su compañía.

Salvo el cambio de médico (y el consiguiente cambio de tratamiento a seguir) e irse con una de mis tías a un chalet de Picassent nada hay, a priori, que explique la colosal transformación sufrida por una mujer que hace apenas 2 semanas era incapaz de levantarse de la cama, descifrar la hora que marcaba su reloj y que al meterse en el baño en múltiples ocasiones confundía el retrete con el bidé y que ahora, aunque débil y frágil de salud, se le ve bastante lúcida, camina sola sin problemas y se muestra bastante autosuficiente.

Realmente no salgo de mi asombro, aunque como dicen por ahí, a caballo regalado…

No sé cuanto tiempo va a durar, pero desde luego pienso aprovecharlo todo lo que pueda, pues no sé cuánto durará esta bendita prórroga. La más palpable prueba de tan positivo cambio es que ya no me vuelvo llorando a casa cada vez que voy a verla :)

Saludos.

sábado, septiembre 17, 2005

JOSÉ ANTONIO MONTERO, En el lugar y momento equivocados

Hay pocos casos en la historia del baloncesto en que un jugador se haya arrepentido más de tomar una decisión en un principio ventajosa y que a la postre ha terminando siendo abrumadoramente errónea. Estamos hablando de José Antonio Montero, un jugador llamado a revolucionar el baloncesto español por sus envidiables características, tanto físicas como técnicas y que acabó siendo repudiado de mala manera por el Barcelona.

La primera vez que le vi jugar fue en la final del 87 entre el Joventut y el Barcelona. Recuerdo que en seguida me cautivo (a pesar de mis nulos conocimientos de basket) que pudiera jugar de base un jugador que le sacaba cerca de 10 centímetros a Solozábal, jugador que le marcaba en aquella épica final. Era elegante como pocos, cuando botaba el balón parecía un bailarín de una clase suprema, dirigía el juego con maestría, tenía una gran visión de juego y su mecánica de tiro era depuradísima, no exenta de efectividad.

A diferencia de lo que algunos piensan, Montero no empezó en las categorías inferiores del Joventut, si no en las del Estudiantes, si bien fue en Badalona donde terminó de formarse. Su carrera transcurrió durante muchos años paralela a la de Jordi Villacampa, conociendo los mismos sinsabores que éste en materia de subcampeonatos. La sociedad que ambos formaban era letal, corrían el contraataque como pocos y se entendían con una sola mirada. A diferencia de Jordi, a Montero no le temblaba la mano a la hora de jugarse los tiros decisivos y, durante sus años en la penya, fueron frecuentes los casos de partidos ganados gracias a canastas decisivas suyas. Sus estadísticas solían ser peores que las de Villacampa, pero la prensa pronto le señaló como el líder de la penya. Desde muy temprano, Montero se convierte en objeto de codicia para los dos gigantes futboleros, que se lo rifan constantemente. Cada Verano hay rumores que lo colocan en uno u otro equipo, pero acaba siguiendo en la penya. El Europeo del 87 en Grecia es su confirmación internacional. A pesar del mediocre cuarto puesto de España, Montero destaca y se hace con el puesto de titular en muchos de los partidos. En la temporada siguiente (87-88) conoce una de sus mayores frustraciones en la final de la Recopa contra el Limoges. El equipo llega mermado por los lesionados, entre los que él se haya, pero da la cara gracias al enorme partido de Reggie Jonson y el matraco Margall. Villacampa no brilla en esa final y Montero vuelve a hacer gala de un gran poder de decisión, pero su estadística final, con 0/5 en triples, condena a la penya a la derrota en la prórroga. Son los años del equipo blando, falto de carácter, etc... mito contra el que Villacampa, Montero y cía luchan incansablemente, pero sin éxito.

La temporada 88-89 es, probablemente, una de sus mejores temporadas a nivel personal y más flojas a nivel colectivo. Su rendimiento es fantástico y cada vez se habla más de él como futurible culé, pero el equipo cae en la previa de la Korac, y en las semifinales de las dos competiciones domésticas, apenas sin rechistar. Al acabar esa temporada, Julbe abandona el equipo, siendo sustituido por Herb Brown, entrenador de corte muy particular con quien Montero tendrá no pocos problemas. Estos problemas y la derrota en la final de Copa en las Palmas contra el CAI condenarán a Brown a ser sustituido por Pedro Martínez, otro hombre de la casa. Ese año el Joventut rompe el mito del eterno finalista plantándose en la final en todas las competiciones en que participa, ganando la de la Lliga Catalana y la de la Copa Korac (único trofeo importante que ganará Montero en la penya) y perdiendo la de Copa y la de Liga. En la vuelta de la final de la Korac contra el Scavolinni, Montero juega unos de sus mejores partidos, siendo decisivo en la victoria con 30 puntos y 5 triples. No obstante, no es su mejor temporada y se le ve distraído, mientras eclosiona el mejor Villacampa, que catapulta a la penya al subcampeonato ACB tras jugar tres partidos de ensueño en semifinales contra el Madrid. La actuación de Montero en esa final es más que discreta, mientras su suplente, Rafa Jofresa, presenta unos números bastante más notables. Para el recuerdo queda una bandeja sin oposición fallada cuando se acababa aquel segundo partido que hubiera llevado a la prórroga, pero el partido acabó con ajustada victoria culé y el barça sentenciaría la serie con una inapelable victoria en Badalona. Ese fue el último partido de Montero en el Joventut, ya que poco después se hacía oficial su marcha al Barcelona. También fue el último partido del mestre Margall, uno de los mejores tiradores que jamás ha dado el baloncesto en este país.

”No ha sido fácil, pero sentía la necesidad de dar este paso”, declara Montero en la concentración de la selección de cara al mundial de Argentina en el que, salvo Villacampa, todo el equipo está a un nivel desolador.

La temporada 90-91 comienza con numerosos cambios en los dos finalistas del año anterior. El barça contrata al técnico de la sideral Jugoplastica (Maljkovic) para acabar con la sequía europea e incorpora, entre otros, a Piculín Ortiz y a José Antonio Montero, mientas la penya, de la mano de Lolo Sáinz, se hace con los servicios de Ferrán Martínez, Corny Thompson y Harold Presssley, entre otros.

Desde el principio, la llegada de Montero al barça será una fuente inagotable de problemas. Indignados con el sueldo de José Antonio (100 millones), las grandes estrellas culés, Epi y Norris, exigirán sustanciales mejoras en sus contratos, convirtiendo el vestuario en un polvorín. En el campo se verá a Montero desubicado por la presencia de Solozábal en el cinco inicial, que le relegará al puesto de escolta, ya que Maljkovic preferirá al joven Galilea como segundo base. A pesar de la conquista de la Copa del Rey, Montero no se siente a gusto y el espléndido rendimiento de su exequipo no debe colaborar en exceso a ello. Especialmente amargo fue su regreso al pabellón Ausias March. El recibimiento que le dispensó su antigua afición fue enormemente hostil y Montero acaba el partido eliminado sin anotar un solo punto y despedido por el público al grito de “Jose saluda, Jose saluda”, uno de los momentos más felices que recuerdo. Además, las lesiones se ceban en el Barcelona, lo que le hace llegar muy mermado a la Final Four en París. En la semifinal contra el Maccabi, se ve al mejor Montero de la temporada que, con una serie de varios triples sin fallo y unos registros cercanos a los 30 puntos conduce al Barça a la final, donde le espera una Jugoplastica sensiblemente inferior a la de años anteriores (había perdido a Radja e Ivanovic, entre otros), pero que vuelve a dejar al conjunto azulgrana con la miel en la boca. Para terminar de redondear la situación, una pérdida de balón infantil de Montero en el cuarto partido sirve en bandeja la final de la Liga a la penya. Son las ironías de la vida: Montero, que se fue al Barcelona para ganar títulos, pierde el balón decisivo que otorga el título a su exequipo, mientras Ferran Martínez, que había hecho el camino inverso, sentencia al Barcelona con dos tiros libres. La guinda para Montero llega con su ausencia en la convocatoria para el europeo del 91 en Roma, mientras que la enorme temporada de su otrora suplente, Rafa Jofresa, sí le permite ser convocado.

Las siguientes temporadas no mejoran en exceso el rendimiento de Montero, que cada vez se asemeja menos a aquel que deslumbrara en el Joventut. De jugador completísimo, que parecía capaz de poder jugar en cualquier posición, pasamos a encontrarnos a uno manifiestamente incómodo por su posición de escolta.

Mientras su exequipo vuelve a conquistar la liga en la temporada 91-92, el barcelona firma la peor temporada de los últimos 15 años al quedar eliminado en cuartos ante el Madrid. El regreso de Aíto al banquillo culé, técnico que ya le había tenido a sus órdenes en la penya, mejorará algo su rendimiento en la temporada 92-93, pero el Barcelona de esos años no presenta un equipo excesivamente competitivo. En la temporada 93-94, el Barça es apalizado en la semifinal europea por el Joventut y por el Madrid en la final de Liga, aunque logra hacerse con la Copa del Rey en una final más recordada por los tortazos entre Bannister y Massenburg que por el juego. Ese año el Joventut alcanza el mayor logro de su historia con la conquista de la Liga Europea, algo que debió frustrar, y mucho, a Montero. Desde que se había ido al Barcelona para “ganar títulos”, se había hecho con dos Copas del Rey, mientras su exequipo conquistaba dos ligas y alcanzaba la gloria europea.

En la temporada 94-95, Montero logra su primera Liga, tras eliminar al Madrid en semifinales y sudar la gota gorda para doblegar a un inmenso Unicaja en la Final. Más sencilla es la conquista de la liga 95-96, con un 3-0 contra el Caja San Fernando, en una temporada presidida por la derrota en la final contra el Panathinaikos con el tapón ilegal de Vrankovic a un tiro suyo.

El Barça se hace con los servicios de Rafa Jofresa al comienzo de la campaña 96-97, y relega a Montero a la suplencia (la vida sigue dando vueltas, y en casi todas Montero sale malparado), pero lo peor aún está por llegar: a mitad de la temporada, el Barcelona incorpora a Djordjevic y declara transferibles a Salva Díez y Montero. Unos días después, Montero acude a un entrenamiento y se encuentra con todas sus cosas fuera de su taquilla, la cual ha sido asignada a Djordjevic sin previo aviso y es desposeído de su clásico dorsal 10, que a partir de entonces lucirá el serbio. Poco después es apartado del equipo y le es prohibido el acceso a las instalaciones culés y se ve obligado a comprarse las entradas de los partidos que desee presenciar del Barcelona. Todo por obra y gracia de Aíto García Reneses, un grandísimo entrenador sin corazón.

Una vez desligado del Barça, con demanda judicial de por medio, Montero recala como jugador del Limoges en la temporada 97-98. Al final de dicha temporada anuncia su retirada del baloncesto profesional afirmando que sus mejores recuerdos son la Korac del 90 con la penya y la liga del 95 con el Barça. En sus últimos años, a Montero se le aseó un poco el palmarés, pero no deja de resultar irónico lo mal que eligió el momento en que dejó el Joventut para incorporarse al Barcelona, y como un jugador llamado a grandes cosas acabó sumido en una apreciable mediocridad.

Un saludo.

miércoles, septiembre 14, 2005

ASTÉRIX, El galo irreductible pequeño pero matón


Para mí es el mejor cómic de humor de la historia, con permiso de Calvin y Hobbes.

Goscinny, Uderzo, Charlier, Giraud y tantos otros grandes del comic francés comandaron la rebelión que dio lugar a la revista PILOTE, en cuyas páginas se publicaron gloriosas páginas de Astérix, Blueberry, Lucky Luke, etc...

Los guiones de Goscinny siempre se han caracterizado por su humor inteligente y de múltiples lecturas, tanto en Astérix como en Lucky Luke, como en la ácida Iznogud o en Umpa pah, todos ellos comics de éxito, aunque ninguno como el protagonizado por la aldea de irreductibles galos que resisten ahora y siempre al invasor. Sus primeras historias son un tanto flojas (sobre todo "Astérix, el Galo"), pero rápidamente el guionista le cogerá el punto a la serie y a los personajes.

Y si Goscinny mejorará con el paso de los álbumes, la progresión de Uderzo tendrá tintes absolutamente espectaculares. Entre el prometedor pero aún torpe dibujante de "Astérix el Galo" y el maestro de la caricatura que encontramos en "Astérix y los Juegos Olímpicos" hay unos pocos años de diferencia y todo un mundo de evolución, por cómo domina a los personajes, sus expresiones faciales, su manera de moverse, etc...

Hasta qué punto Uderzo es un auténtico maestro y alguien con profundos conocimientos, tanto de anatomía como de movimiento de la figura es algo que queda palpable solo con ver al personaje de Obélix, esa gracia con la que mueve esa bola de grasa, cuya barriga parece que esté constantemente flaneando por encima de esas diminutas cañitas que hacen las veces de piernas, etc...

Tras la muerte de Goscinny la serie ha ido lentamente languideciendo tras unos primeros álbumes prometedores (La odisea, el hijo, en la india...) hasta convertirse en algo completamente anodino, además de dibujado por negros a años luz de la calidad de Uderzo.

Probablemente la mayor virtud de la serie sea la gran cantidad de lecturas que admite. Es igual de apta para niños como para adolescentes como para adultos, y cada uno de ellos te definirá un tebeo diferente tras leerlo, tal es la riqueza de este tebeo.

Están locos estos romanos...

Un saludo.

lunes, septiembre 12, 2005

EL PROGRAMA QUE CAMBIÓ LA RED

Sí, es cierto… internet ya era una poderosa herramienta en todos los sentidos hace 6 años, ya te permitía un sinfín de posibilidades que antes ni soñabas, ya podías descargarte pequeños archivos, comunicarte por email, chatear, meterte en foros, informarte, etc… pero cuando Shawn Fanning creó el programa de intercambio de archivos Napster internet cambió, y lo hizo para siempre.

De repente podías tener la música que quisieras sin tener que pagar por ella, pedirla prestada, alquilarla, etc… era algo libre. Sólo necesitabas que alguien lo tuviera y estuviera conectado para, a través de Napster, te lo pudieras bajar a tu ordenador.

Oh, sí. Era extraordinariamente primitivo. Si la descarga se interrumpía el archivo se quedaba a medias y tenías que volver a empezar, no podías continuarlo del archivo de otro usuario, te tenías que bajar las canciones sueltas, nada de álbumes completos, a lo que, si añadimos la ultralenta velocidad del módem de 56 ks que por entonces casi todos teníamos, convertía el asunto en pura arqueología.

No obstante, yo guardo muy buenos recuerdos de aquello y un gran número de canciones bajadas gracias a Napster. Fanning fue un pionero y por ello el sistema se lo comió, pero puso la pica en Flandes que permitió la creación de programas cada vez más sofisticados como el WinMx, el Kazaa, el AudioGalaxy, el EDonkey y derivados, el Bit Torrent, etc… los cuales se han beneficiado, cómo no, de las altas velocidades de navegación que ahora te puedes permitir sin arruinarte.

Visto con la perspectiva de los años, nos damos cuenta de la velocidad a la que evoluciona este monstruo que es internet con el ejemplo de Napster. Hace 5 años nos parecía que lo que nos ofrecía era un lujo asiático. Hoy nos parece algo tan antiguo y trasnochado que resulta difícil creer que ha pasado tan poco tiempo.

Saludos.


PD: Luís, aquí sí que tenemos de lo que hablar, ¿no? ;)

jueves, septiembre 08, 2005

BARÓN ROJO Y YO (SEGUNDA PARTE)

Mi comienzo de séptimo de E.G.B. empezó mediatizado por la búsqueda de más material sobre ese grupo que me había fascinado el verano recién acabado. Me constaba que Santi, un repetidor de mi clase, presumía de heavy, por lo que fue mi primera opción. Me respondió qu él no tenía nada, pero que le preguntaría a su hermano mayor. Días después me dijo que éste disponía de las cintas de metalmorfosis y larga vida al rock&roll (entre otras de otros grupos) pero que no se las dejaba, por lo que si quería dichas cintas debería dejarle un par de cintas vírgenes para que me las grabara él, a lo cual accedí sin el más mínimo problema, pues yo no disponía de radio cassette doble pletina, aunque ya estaba resuelto a que ése fuera mi regalo de navidad-cumpleaños de ese año.

Entregadas las cintas vírgenes, tuve que esperar un par de semanas a que me las devolvieran con el esperado contenido. Una vez en mi mano, me fui corriendo a casa para escucharlas con verdadera devoción y huelga comentar que me encantaron, sobre todo el metalmorfosis. Recuerdo que nada más iniciarse el disco con los acordes de "casi me mato" me sonó la canción, pero en cuanto hizo acto de presencia el machacón estribillo supe a ciencia cierta que esa canción había sonado y mucho por la radio un par de años antes. (la misma sensación tuve con "Con Botas Sucias" o "Hijos de Caín")

Los siguientes recuerdos que tengo son más confusos. Tengo la certeza de que para completar mi colección de cintas de Barón Rojo me sustenté básicamente en dos personas: Un chaval del colegio amigo del tal Santi que vivía detrás de las torres de serrano y un amigo de mi primo en Vila-Real cuya casa era una mina para los amantes de música hevy-rock. De éste conseguí el "Volumen Brutal".

Poco antes, en TVE emitían un programa semanal presentado por Miguel Ríos llamado "¡Qué noche la de aquel año!", en la que se hacía un exhaustivo repaso a la historia del rock en nuestro país. Cada programa estaba destinado a un año en orden ascendente y acudían como invitados a tocar en directo (nada de play-back) un par de grupos-cantantes representativos de aquel año. Pues bien, a ver si adivináis quienes fueron los invitados del programa dedicado al año 1982. Bingo.

Ése fue el año de la explosión heavy en este país, el año del Volumen Brutal, disco que quedó 15º en la lista de ventas nacional, un hito histórico en la historia del metal patrio.

Durante toda esa semana estaba que me comían los nervios. No paraba de contar los días, esperando que llegara el momento de volver a ver al grupo que me tenía completamente obsesionado. Cuando por fin llegó, pude disfrutar de "Los rockeros van al infierno" y de "Anda suelto satanás", que tocaron al alimón con Miguel Ríos. Ese día decidí que tenía que conseguir aquel disco fuera como fuese. Poco después me hice con él, como he comentado un poco más arriba.

En ese momento, ya tenía "Larga Vida al rock&Roll", "Volumen Brutal", "Metalmorfosis", "En un lugar de la marcha" y "Tierra de Nadie" y lo peor es que no sabía cuantos me faltaban, si uno, dos o 10, por lo cual un día me escapé del colegio a la hora del comedor para ir al Corte Inglés de la Calle Colón e investigar allí qué me faltaba para completar mi discografía de los Barones. Al poco de entrar allí, me dirigí a la sección de LPs (que por entonces aún dominaban el mercado, aunque la cinta de cassette amenazaba) y practicamente de inmediato me topé de cara con la apoteósica portada del "Barón al Rojo vivo". "Dios mío" (pensé) "Un disco doble en directo, como los grupos extranjeros. Como el Live After Death de los Maiden o el Made in Japan de los Purple". Tenía que tener ese disco, fuera como fuera. Había que conseguirlo.

Esa misma tarde empecé a investigar por el colegio, consultando a todos mis contactos, encontrándome con la desoladora perspectiva de que nadie los tenía, pero pidiéndoles que a su vez preguntaran a conocidos, a ver si alguien lo tenía. La respuesta siempre era negativa, ante mi enorme pesar, y así pasaron los meses...

Luego sigo...

viernes, septiembre 02, 2005

ZELJKO OBRADOVIC. Mr Final Four.

Las cartas sobre la mesa: crecí viendo el baloncesto rápido, dinámico, con marcadores que frecuentemente constaban de tres dígitos y absolutamente carente de especulación que se practicaba en los 80. Este es el motivo por el cual este bendito deporte me enganchó y no lo consiguió el deporte rey: el basket me divertía.

Hago esta introducción porque, parafraseando a mi admirado Alfred Julbe, no me gusta el basket-control... me repele, usando sus mismas palabras. Así que si con frecuencia hablo en este post en términos peyorativos sobre el valor estético del baloncesto desarrollado por los equipos de Obradovic no es, en modo alguno, por considerarle un mal entrenador (más bien al contrario, me parece un genio), si no porque no soporto el basket lento y especulativo.

Zeljko Obradovic era un muy buen base, por el par de veces que le vi jugar que formaba parte del Partizán que quedó primero en la liguilla de la Copa de Europa del 88, en el que también se encontraban, entre otros, Divac o Paspalj. Pero aquel Partizán fue eliminado en las semifinales de la Final Four de Gante y acto seguido se produjo la gran desbandada de sus estrellas, no volviendo a aparecer por la élite hasta la temporada 91-92, justo un año después de la retirada de Zeljko, que se hizo cargo del mismo como máximo responsable técnico esa campaña. Fieles a la escuela yugoslava, el Partizán del 92 presentaba un ramillete de jugadores muy talentosos, entre los cuales destacaban dos mega-cracks: el joven Djordjevic (que había estado probando en un campus con los Blazers) y el jovencísimo Danilovic.

La temporada 91/92 era la primera post-Jugoplastica. El equipo que había dominado con autoridad el continente durante los tres años anteriores había visto su potencial seriamente dañado por las fugas de la práctica totalidad de sus estrellas y todo parecía indicar que su sucesor sería el Joventut de Lolo Sainz, que había maravillado a toda Europa con su recital en París ante los Lakers y que caminaba con paso firme hacía su primer entorchado europeo, pero el sorprendente Partizán de Obradovic lo impidió con un inverosímil triple de Djordjevic.

La fortuna jugará un papel fundamental en los primeros años de Zeljko como entrenador: en la temporada 91/92 se clasificará para los play-offs de la Liga Europea en el último partido, eliminará a la Kinder en un apretadísimo play-off en que la diferencia final más abultada de cualquiera de los tres partidos será de 3 puntos. Una vez en la Final Four de Estambul, eliminará ajustadamente al Philips y vencerá con un lanzamiento de esos de película en la Final. Todo ello desarrollando un juego bastante lento, muy controlado y en el que la prioridad es no perder el balón.

Al acabar la temporada, Danilovic y Djordevic vuelan rumbo a Italia (Virtus y Milán, respectivamente) y la temporada del Partizán es anecdótica, más si se tiene en cuenta que la FIBA prohíbe jugar competiciones europeas a los equipos serbios por el conflicto de los Balcanes. La prueba de hasta que punto la Europa baloncestística consideró casual aquel triunfo del Partizán es que a nadie se le ocurre contratar al técnico que lo había hecho campeón.

En la temporada 92/93, el Limoges de Maljkovic hace añicos todos los cimientos del baloncesto europeo en la Final Four de Atenas: con un juego lento hasta la desesperación, aburrido hasta decir basta y jugando a marcadores de 60 puntos en el mejor de los casos, Boza logrará su Copa de Europa más meritoria, y eso que tiene cuatro. Habiendo salido trasquilado de can barça y enfrentado mortalmente con su otrora amigo Aíto, Maljkovic logra ser campeón con un equipo muy carente de talento (Zvoc, Bilba y Young eran sus principales figuras) Después de esto, el prestigio del serbio sube como la espuma y se convierte en objeto de deseo de grandes clubes, entre ellos el Joventut, que iba a perder al entrenador que le había hecho grande (Sainz) por hacerse cargo de la selección. Durante semanas, las conversaciones entre el técnico y el club van viento en popa, a Maljkovic le seduce la idea de hacerse cargo de un grande España y vérselas con Aíto y en la penya están encantados ante la posibilidad de gozar del entrenador más prestigioso de Europa, pero...

Motivos familiares (su hijo se encontraba muy a gusto en Francia) rompen las negociaciones y el Joventut se encuentra sin técnico en pleno verano y su siguiente opción (Pedro Martínez) tiene contrato en vigor con el TDK, que no le deja escapar. Al final, a alguien de la directiva (creo que a Francesc Cairó) se le ocurrió “oye, ¿y si fichamos al entrenador que nos ganó la final de hace dos años?”, y así llegaba, entre mucho escepticismo y sin ningún entusiasmo por parte de la hinchada, Zeljko Obradovic a Badalona.

Nada más aterrizar anuncia que basará su proyecto en dos líneas fundamentales, el trabajo y no perder balones. De hecho, nada más aterrizar en Badalona declaró: “dadme un equipo que pierda menos de 10 balones por encuentro y lo haré campeón de Europa”, una frase que me llenó de pánico, pues contrastaba del todo con las primeras de Lolo, que declaró: “Mi objetivo es que el equipo defienda fuerte para salir rápidos al contraataque”.

Los primeros meses de Obradovic en Badalona son de toma de contacto, la cual le provoca encontronazos con Miguel Ángel Martín y Manel Comas al solicitar sendos tiempos muertos contra Estudiantes y TauGres con el partido casi acabado (1). En cuanto al juego, poco que contar, era aburrido, la grada no conectará con el equipo en toda la temporada y los resultados no serán excesivamente halagüeños: El Joventut no logrará situarse entre los tres primeros en toda la liga, será eliminado en cuartos de la Copa contra el TauGres (Comas, todo educación y nada rencor, le devolverá el gesto del tiempo muerto) y se clasificará tercero y en la última jornada para los play-offs de la Liga Europea al vencer al Efes Pilsen. Esta clasificación salva la cabeza de Obradovic, al cual ya le andaban buscando sustituto. El rival en cuartos será el Madrid de Arvydas Sabonis, y Obradovic, curándose en salud, declarará: “si hicieran una encuesta ahora por Badalona, el 90 % apostaría por el Madrid”

En el primer partido de dichos play-offs se verá al mejor Joventut de la temporada, que arrasará al equipo blanco, jugando rápido por primera vez ese año y con una defensa repleta de trampas tácticas y ayudas a Ferrán que permitirán anular a Sabonis, algo que se hará especialmente palpable en el segundo y definitivo partido de dicho play-off, en el que (con el mismo juego lento y controlado de toda la temporada), la penya dejará en 4 puntos al lituano y Obradovc en pañales a Luyk.

Clasificado el equipo para la Final Four de Tel Aviv, se proseguirá la irregular trayectoria liguera (contundentes victorias contra el barça contrastan con vergonzosas derrotas como la de Lliria contra el Pamesa, partido al que asistí avergonzándome de mi equipo). Pese a quedar cuartos de la regular, la victoria del Unicaja sobre el TDK en el play-off de corrección le otorgará el tercer puesto final. Un poco de suerte nunca viene mal, no...

Con la llegada de los play-offs ACB el Joventut da a sus seguidores algunos de los momentos más taquicárdicos de esos años, con dos angustiosas eliminatorias contra el Natwest Zaragoza y el Cáceres (sobre todo la primera, que se solventa en tres partidos y con alguna que otra ayuda arbitral). La suerte sigue sonriendo a Zeljko.

En medio de ambas eliminatorias, el Joventut viaja a Tel Aviv, sin que las críticas hacia su juego cesen, pero eliminará al Barça en una segunda parte tremenda de acierto exterior (ayudado por la obstinación de Aíto por mantener una defensa en zona que entre Tomás Jofresa y Villacampa estaban dejando hecha jirones) y vencerá en la Final al Olimpiakos en un partido en el que Obradovic volverá a poner de manifiesto su inteligencia que le permitirá vencer pese a tener un equipo inferior al griego. Jugará muy bien sus bazas jugando controlado, sacando fuera de la zona a Ferrán y a Thompson para aprovechar su buena mano y paliar la evidente superioridad de Tarpley, Paspalj y Fassoulas en el rebote y sembrando la zona de trampas que impedirán a Paspalj anotar un solo punto en toda la segunda parte...

... Y claro está, la suerte, en esta ocasión en forma de triple de Corny Thompson.

Al acabar la temporada, los problemas económicos del Joventut impiden la continuidad de Obradovic en Badalona, que llega casi de rebote al Madrid, que había despedido a Luyk pese a que con él había ganado el 50% de las ligas que ha conquistado desde el 86 hasta nuestros días por su incapacidad manifiesta para superar a técnicos balcánicos. Nuevamente, Obradovic volverá a poner de manifiesto tres cosas:

1- Tiene una suerte de narices: Tras quedar cuartos en la liga ACB, la oportuna eliminación del TauGres en cuartos a manos del TDK le permitirá acceder a la Liga Europea del año siguiente. 2- La Liga no es lo suyo, pues será eliminado en semifinales por el barça 3- La Copa de Europa sí es (¡Vaya si lo es!) lo suyo, pues le dará al Madrid la octava Copa de Europa y su tercera particular en cuatro años, en una plácida final disputada en Zaragoza contra el Olympiakos.

Al finalizar dicha campaña, Sabonis emigra a los Blazers y Zeljko se verá obligado a reestructurar todo el equipo: Llegarán Laso, Mike Smith, Morales... y se marcharán, entre otros, Lasa (siempre me sorprendió que el elegido para emigrar no fuera descerebrado de Antúnez), García Coll, Biriukov...

La remodelación permitirá al Madrid de la temporada 95/96 desarrollar un juego más vistoso y sus resultados en la ACB serán globalmente mejores, pero no contar con un jugador tan determinante como Sabas será fatal en los momentos clave: en la Final Four de ese año, Obradovic pierde su primera Final Four, siendo eliminado en semifinales por el Barça de Aíto tras desperdiciar una ventaja superior a los 15 puntos y perderá en cuartos de la Liga al perder contra el San Fernando de Alexander Petrovic, quedando fuera de la siguiente Liga Europea. Conviene no olvidar su trabajo en la selección yugoslava, absoluta dominadora del basket FIBA, al frente de la cual se irá alternando con Ivkovic durante unos años, con el intervalo de tres años, en los que será dirigida por Pesic y Vujosevic. Ese verano consigue la medalla de plata en las Olimpiadas de Atlanta al perder la Final contra USA. La siguiente remodelación de Obradovic en el Madrid tiene mejor pinta, y aterrizan en el club de Concha Espina Herreros, Orenga, Mikhailov y Bodiroga y la temporada merengue es casi intachable, si no fuera porque se le atraviesa el Barcelona. Acaba primero de la fase regular y vence en la devaluadísima Recopa, pero es eliminado en cuartos de la Copa contra el Barcelona (en uno de los mejores partidos de la historia de la ACB, con dos prórrogas) y se planta en la Final de la Liga contra el mismo equipo culé, pero hay muchas dudas, pues ha perdido los tres partidos que ha disputado contra el Barça esa temporada. Las dudas se confirman y, tras perder el primer partido en casa, el Madrid irá toda la serie a remolque, acabando por convertirse en el primer equipo que no gana la ACB habiendo sido primero en la regular, lo que termina por condenar a Obradovic, que en cuatro años en España ha ganado 2 Copas de Europa y una Recopa pero ha sido incapaz de ganar una liga.

Ese verano conquista la medalla de oro en el Europeo de Barcelona con Yugoslavia.

Su siguiente destino, en la temporada 97/98 es el Benetton, donde volverá a ganar una competición europea, la Recopa (Copa Saporta, la llaman ahora) en una insípida y soporífera final disputada en Zaragoza contra el Pamesa de Vukovic. Su trayectoria al frente del equipo italiano se prolongará un año más, aunque ya no conquistará más títulos.

Por supuesto, en el verano del 98 conquista el Mundial de Atenas, pero la medalla de bronce en el Europeo de Paris en el 99 y el mal papel en la Olimpiada de Sidney supone su adiós de la selección plavi

Emigra al poderoso Panatinaikos en la temporada 99/00, y con él llega Dejan Bodiroga para armar un auténtico equipazo que vence en la Final Four ese año en una tranquila final contra el Maccabi. Además, conquista la segunda liga de su carrera.

El cisma en el baloncesto europeo hace que la competición FIBA de la campaña 00/01 tenga menos nivel que otros años, en una final repetida donde, sorprendentemente, el Maccabi le devuelve el “regalo” del año anterior. No obstante, repite título liguero. En el 2002, Obradovic conquista su quinta Copa de Europa al vencer al Kinder en la Final disputada en Bolonia, pero los problemas del Panatinaikos con la FIBA propician que el equipo griego renuncie en un principio a jugar la Liga Europea del año siguiente, lo que dio lugar a la marcha de Bodiroga, dejando al Obradovic con un equipo bastante mermado, aunque Zeljko es un auténtico mago para conseguir sacar un gran partido a equipos no extraordinarios cuya varita mágica suele hacer efecto allá por Abril o Mayo, cuando se acerca la Final Four de cada año. Tanto es así, que en su brillantísimo palmarés hay justo el doble de títulos europeos (5 Copas de Europa y una Recopa) que Ligas (3).

Un saludo.

(1) Martín declarará, después de negarse a darle la mano, que Obradovic es un niñato malcriado, mientras Comas, con el tacto que le caracteriza, declarará “¿qué se puede esperar de un expresidiario?”