divagando...

lunes, julio 31, 2006

JORNADA INTENSIVA

Hoy hemos inagurado en mi trabajo un breve período con horario reducido. Es decir, lo que se llama jornada intensiva. Entro a trabajar a las 8 de la mañana y salgo a las 3 del mediodía y de ahí para casa.

Es por ello que este mes intentaré escribir algo más en el blog (tampoco será muy difícil) de lo que lo he hecho durante estos últimos meses, aunque dudo que alguno de los escasos pero fieles lectores de estas líneas que solía marcarme por aquí de uvas a peras se siga pasando por aquí. No obstante, todo es intentarlo. No será por falta de temas...

- Podré hablaros de mi mastodóntica mudanza
- De mis alumnas en la universidad. Madre mía, cómo suben...
- De la magnífica temporada de mi Joventut de Badalona
- De la histórica temporada de mi Barça de jurgol
- De la nueva edición de los X-Men de Chris Claremont
- De X-Men 3
- De Superman Returns
- De la segunda temporada de Perdidos
- Del alto al fuego de ETA
- Del calor sofocante que venimos sufriendo
- De cars

... y de tantas otras cosas. A los que os parezca bien, decid "a mí" :p

Saludos y hasta mañana.

lunes, julio 24, 2006

DEL CIELO AL INFIERNO (III)

Tercera parte: Mundobasket España'86

Tras la decepción del año anterior, llegaba la gran cita que debía refrendar el enorme tirón que por entonces tenía el baloncesto en este país. El equipo, pese a la ausencia repetida de Corbalán, era excelente y presentaba a varios jugadores en edad ideal. Gente como Epi, Martín, Jiménez, Sibilio, Creus, Arcega, etc... estaban en plena madurez y jóvenes perlas como Villacampa ya estaban mucho más hechos.

El sistema de competición constaba de 4 grupos de 6 slecciones. Pasaban los 3 primeros de cada grupo y las 12 selecciones se dividían a su vez en dos grupos de 6 contando los resultados de la primera fase. Los dos primeros de cada grupo jugaban directamente las semifinales. España quedó encuadrada en el mismo grupo que Brasil, Grecia, Francia, Panamá y Corea del Sur.

Ya desde el debut contra la Francia de Ostrowski, España dio malas sensaciones, con un juego rancio y atascado que en poco o nada recordaba al que había tenido madrugando a tantos españoles apenas dos años antes. Durante toda la primera fase se fueron sacando los partidos a trancas y barrancas gracias a la innegable calidad de la plantilla hasta que llegó el partido clave que debía asegurarnos llegar a la segunda fase (en la que se intuía que íbamos a caer en el grupo de la URSS) con el casillero de derrotas a cero: el partido contra el Brasil de Óscar, Gerson y compañía.

España arrancó el partido con fuerza, jugando probablemente los mejores momentos de basket hasta el momento y sacando pronto ventajas cercanas a los 10 puntos, pero los brasileños, capitaneados por un geniall Óscar ya igualaron al descanso.

La segunda parte fue un baño tremendo pese a los esfuerzos defensivos de Costa y la diferencia final, cercana a los 20 puntos, demostraba que las victorias anteriores habían sido bastante engañosas. A España aún le quedaba una opción de meterse en semifinales si ganaba todos los partidos de la segunda fase, incluído el de la URSS de un Sabonis en plenitud de condiciones (la verdad es que el sistema de competición era complicadísimo) y en él se jugó como nunca para acabar perdiendo en un choque del que se recuerdan el enorme número de personales en ataque señaladas por los colegiados y en el cual Kurtinaitis nos destrozó a triples. Las posibilidades de medalla se esfumaron tras esta derrota.

No obstante, algo diferenció el final de campeonato de España en aquel Mundobasket del que tuvo en Stuttgart o el que tendría en años venideros: no se hizo el ridículo en los partidos de consolación. Más bien al contrario, pues se culminó un digno quinto puesto con un gran partido ante Italia.

Este Mundobasket fue, además, la despedida de Fernando Martín de la selección, pues la siguiente temporada jugó (es un decir) con los Trail Blazers y eso le impidió volver a vestir la elástica nacional al fallecer 3 años después. También anunció su retirada el Matraco Margall, aunque Díaz Miguel le convenció para volver en Seúl dos años después.

Este Mundial será siempre recordado como el de la remontada imposible que protagonizó la URSS contra Yugoslavia en semifinales, con 3 triples en el último minuto que servían para levantar una desventaja de 9 puntos. Los soviéticos caerían luego en una apretada final con los EEUU de Robinson y Bogues.

Saludos.

sábado, julio 15, 2006

DEL CIELO AL INFIERNO (II)

Segunda parte: Eurobasket Stuttgart 85

Tras la olimpiada de los Ángeles, Juan Antonio Corbalán anuncia su retirada del equipo nacional. Es cierto que los años ya le empezaban a pesar que que apenas 4 años después se retiraría en el Madrid (pese a que en el 90 descolgó las botas para acompañar a Sabonis en su aventura vallisoletana), pero con la pérdida de esa pieza, la máquina que tantas alegrías había dado se quedaba sin alma.

Y no es que sus futuros sustitutos (Solozábal, Llorente, Vicente Gil,
Montero, etc...) fueran precisamente mancos, pero la realidad es que ninguno de ellos consiguió hacer olvidar al base madridista. Barthe lo expresó durante años con deprimente elocuencia: "Ya saben que la selección hace tiempo que no tiene un base".

Y en éstas que llega el Europeo de Stuttgart, la primera cita de selecciones con la línea de tres puntos haciendo acto de presencia en las canchas. El equipo seguía siendo excelente, ya que la base de la hazaña angelina se mantenía casi intacta, salvo la ya comentada baja de Corbalán que cubría el, por entonces, base estudiantil Vicente Gil, el regreso de Sibilio y la presencia de
Jordi Villacampa sustituyendo a Beirán. El resto (Epi, Martín, Solozábal, Jiménez, Arcega...) repetían.
A España le toca en suerte el grupo más difícil (con Yugoslavia y la URSS) y a las primeras de cambio, los plavi ya nos indica que las cosas han cambiado mucho en un año con un repaso considerable (tanto es así, que luego se sufre lo indecible para derrotar a Polonia). Poco después llega un partido clave contra una URSS ya clasificada para las cuartos. La situación pinta mal cuando Díaz Miguel ordena saltar a la cancha a Vicente Gil, que revoluciona el partido dándonos una victoria fundamental que nos permite quedar emparejados con Alemania en cuartos y contra una sorprendente Checoslovaquia (que venía de eliminar a Yugoslavia) en semifinales. Teniendo en cuenta que los otros dos semifinalistas son Italia y la URSS, no hay duda de que el cruce es más que ventajoso... pero ya llevamos años sabiendo cómo se las gasta la selección de baloncesto cuando llega el partido clave.

Probablemente ese partido contra Checoslovaquia es el inicio del fin. El desarrollo del mismo es rarísimo, ya que las diferencias son cortas para uno u otro contediente, pero siempre dando la sensación de que en cuanto España arrée un poco, liquida el partido con facilidad, pero los Checoslovacos se mantienen en el partido a golpe de triples. Con 3 abajo,
Epi falla muy forzado el triple que nos hubiera llevado a una prórroga que no merecimos.

Como colofón a tan desoladora actuación, Italia nos barre en la prórroga de la lucha por el bronce y la URRS "sólo" gana de 31 a nuestro verdugo en la final.

Analizado con el tiempo, lo que pasó en Stuttgart en el 85 no es más que lo que tantas y tantas veces hemos vivido después. Las constantes son claras y casi inamovibles: se pierde el partido clave y luego se hace el ridículo en los que restan.

Tras aquello, en el horizonte se vislumbraba un esperanzador Mundobasket en casa. Una ocasión magnífica para demostrar que lo ocurrido en la ciudad alemana no había sido más que un accidente. También fue la despedida de Fernando Martín de la selección nacional.

Saludos reciclados.

martes, julio 11, 2006

DEL CIELO AL INFIERNO (I)

Primera parte, Los Ángeles’84

Cualquier lector que ronde los 30 (y ya ni te digo si los pasa) os podrá dar fe de los madrugones que muchos nos pegamos en aquel caluroso (y en mi caso, alicantino) verano de 1984 para vibrar con el equipo nacional. Ya en Cali’82 y en Nantes’83 los Epi, Martín, Corbalán y compañía habían realizado papeles espléndidos (casi bronce en el Mundial y plata en el Europeo) pero una medalla olímpica era algo superlativo y aquello supuso el espaldarazo definitivo para un deporte que tanto amamos y que ahora tan tristemente languidece.


Es obvio que la fortuna juega un papel siempre decisivo en el deporte, más aún en un deporte de marcadores tan cambiantes como el baloncesto, por eso no sería de extrañar que si la selección no hubiera ganado tan afortunadamente en su estreno a Canadá por 83-82 la historia pudo haber sido bien distinta (como pudo haberlo sido de no mediar el milagroso enceste de SuperEpi contra la URSS en la semifinal de Nantes un año antes), pero se ganó, y a partir de ahí todo fueron victorias fáciles en la primera fase hasta que se llegó a la última jornada de la misma y se realizó una prodigiosa primera parte contra EEUU, ante quienes al descanso se perdía por 5 puntos tras una canasta desde el medio campo de Michael Jordan. Recuerdo tras ello el comentario de mi padre “joder, es que contra un tío así… ¿Qué haces?” La segunda parte fue otra historia y el palizón fue de aúpa.

Luego vinieron las eliminatorias, con la victoria en cuartos contra Australia y el monumental segundo tiempo contra la Yugoslavia de un joven Petrovic, Dalipagic, Nakic, etc... con un papel estelar de Margall y Llorente como protagonistas de una gran remontada en la segunda parte, cuando los yugoslavos nos habían llegado a dominar por 10 puntos en varias fases del primer tiempo.

En la final contra Estados Unidos nada hubo que hacer. Nos pasaron por encima casi desde el salto inicial, pero la sensación de gesta heroica se vio refrendada con el multitudinario recibimiento que miles de aficionados dispensaron a los nuestros en Barajas. Inolvidable la portada del Marca tras aquello “Salve héroes”.

Saludos.