divagando...

domingo, agosto 28, 2005

EL USUARIO ANÓNIMO

He de decir que me sorprende gratamente el número de intervenciones que suelen tener los posts de mi blog. Obviamente, no es comparable a las que tienen blogs como Crisei (de Rafa Marín), pero ni yo tengo el talento del señor Marín ni soy tan conocido como para arrastrar tanta gente.

No obstante, me resulta paradójico la gran cantidad de mensajes que se postean sin firmar, mensajes escritos por "el usuario anónimo". Ello da pie a que el desarrollo del blog sea más frío de lo que a mí me gustaría, pues (tanto si tengo referencias previas o no del usuario en cuestión) me gustaría saber quién escribe cada comentario, para relacionarlo con el siguiente que escriba, etc... que ello dote a este blog de un desarrollo más dinámico y, si puede ser, entrañable.

Ése es, en definitiva, el motivo de este post: pediros por favor que firméis (con pseudónimo o con vuestro nombre real, eso lo dejo a vuestra elección) vuestras intervenciones, por favor.

Gracias.

sábado, agosto 20, 2005

CUANDO EL TIEMPO SE ACABA

Mi abuela se muere…

Hasta el pasado Lunes no había sido consciente de una realidad tan desgarradora. A una de las 3 personas más importantes de toda mi vida se le acaba el tiempo y sus seres queridos asistimos impotentes a ello.

Sé que sonará a tópico, pero es la pura realidad: mi relación con mi abuela siempre fue más que especial. Desde mi nacimiento, que estuvo rodeado de acontecimientos bastante peculiares, me cogió muchísimo cariño, pasó mucho tiempo conmigo y eso, inevitablemente, hizo crecer entre ambos una relación muy especial. Como ella siempre decía, yo era su “prefe”.

Mi infancia transcurrió en Barcelona y los veranos me los pasaba en Benicassim, en parte con mi madre y gran parte con mis abuelos. Con mi abuelo mi relación fue más complicada, pues mi carácter era parecido al de mi padre y siempre hubo un karma muy complejo entre ambos. Por el contrario, adoraba a mi abuela. De hecho, se podría decir que a mí me han criado entre mis padres, ella y mi tía Clara.

La muerte de mi abuelo fue para mí un golpe fuerte, pues tuvo lugar cuando él y yo empezábamos a entendernos mucho mejor. A mi abuela superarlo le llevó muchísimo tiempo, pues el amor que existía entre ellos es algo que jamás he visto igualar. Ambos se casaron cuando él contaba 28 años y ella 19. Eran otros tiempos.

De ideología profundamente conservadora, mi abuelo quiso tener hijos de inmediato y a fe que los tuvieron. Hasta 7. Cómo consiguieron subir a tan elevado número de retoños, consiguiendo que 6 de ellos acabaran con estudios universitarios contando tan sólo con el sueldo de mi abuelo es algo que sólo puede entenderse desde el profundo sacrificio que ambos hicieron y el espartano orden con que mi abuela llevaba la casa. Yo conocí a una Paquita mucho más dócil y malcriadora, pero no son pocos los comentarios que le escuchado a mi madre o a alguno de mis tíos pintándome a mi abuela poco menos que como un sargento de hierro.

Siempre fue una mujer de una extraordinaria vitalidad. Tras la muerte de mi abuelo, quiso seguir adelante sola, y así estuvo más de 10 años, plenamente autosuficiente, hasta hará unos 4 o 5 años, en los que se empezó a encontrar muy débil, se le detectó parkinson y tuvo que empezar a vivir con sus hijas.

No hay etapa de mi vida en la que mi abuela no haya tenido una importante presencia. Tras mi infancia, sufrió como pocos mi difícil adolescencia y siempre la tuve al lado en mis primeros pasos como adulto. Siempre he sido el nieto con el que más unida ha estado, no sólo por las atenciones que me ha dedicado, sino porque siempre he sido el que más ha ido a verla, el que más la ha llamado, etc… Siempre fue mi despistada y yo ya la conocí con importantes problemas de sordera, por lo que las anécdotas graciosas que producía eran constantes, y ella siempre se tomaba con humor las numerosas veces que yo se las recordaba.

En el último mes y medio ha sufrido un deterioro insólito. Hoy he ido a buscarla a casa de mi tía y ya no puede casi caminar sin ayuda, hay que subirla al coche, ayudarla a meterse en la cama, luego en casa de mi madre he tenido que ayudarla cuando ha entrado en el baño. No hay duda de que la perspectiva no puede ser más desoladora…

Al dejarla durmiendo me he derrumbado y me he puesto a llorar en el pasillo. Ni en el hombro de mi madre he logrado encontrar consuelo a algo que me destroza por completo.

Y es que el tiempo se nos acaba a todos, tarde o temprano, aunque haya gente que, por bondad, por total ausencia de malicia, por su enorme corazón y extraordinaria generosidad no debería morir nunca.

Te quiero mucho, abuelita. Dudo que cuando me llegue la hora pueda mirar atrás y sentirme la décima parte de orgulloso de lo logrado que deberías estar tú.

Saludos.

miércoles, agosto 17, 2005

SUPEREPI, A fuerza de voluntad

Epi no fue siempre Epi, y esta afirmación encierra no pocos matices sobre el mejor jugador europeo de la década de los ochenta: Juan Antonio San Epifanio.

La historia no por sobradamente conocida deja de ser tremendamente paradójica, pues el hoy legendario jugador llegó al Barcelona por imposición expresa de su hermano Herminio, que era el jugador que el Barcelona realmente pretendía fichar. Ambos llegan al conjunto blaugrana en la temporada 74-75, pero sólo Herminio debuta con el primer equipo, mientras que Juan Antonio (Epi II, para los amigos), que proviene del Helios de Zaragoza, se integra en las categorías inferiores. Herminio permanece 3 años en el barça en una época en la que el papel de la sección en el baloncesto español es poco menos que testimonial (su mayor logro es un subcampeonato de la Korac) y Juan Antonio sube al primer equipo del barça justo al año siguiente.

La verdad es que no es de extrañar que el Barcelona no tuviera demasiado interés por ese jugador. Botaba mal, pasaba mal, estaba mal coordinado, tenía unos movimientos que eran pura ortopedia. Un desastre, vamos. No obstante, tenía una virtud difícil de encontrar en las personas: un afán de superación fuera de lo común. Recurriendo al tópico, Epi siempre ha comentado que su origen maño (bien conocido es el estereotipo del aragonés cabezón) fue lo que le llevó a tener la suficiente constancia como para superar todas sus evidentes carencias a base de trabajo duro. A base de currárselo mejoró notablemente su coordinación, desarrolló un tiro impresionante y mejoró en todos los demás aspectos del juego hasta convertirse en lo que llegó a ser: un grandísimo jugador de baloncesto.

Yo no vi jugar a Epi en sus primeros años, ya que no descubrí el baloncesto hasta la Olimpiada de Los Ángeles, pero por entonces Epi ya era toda una eminencia en el baloncesto español. Ya había dejado de ser Epi II para convertirse en SuperEpi, el hombre que, junto con una generación espléndida de jugadores como Corbalán, Martín, Margall, Solozábal, Jiménez, etc, logró el mayor éxito de la historia de nuestro baloncesto: la plata olímpica.

Antes de la llegada de Epi al primer equipo del barça, el conjunto azulgrana era un equipo más que solía salir apalizado de la pista del Madrid o de Badalona. El Barcelona empezó a hacerse con un nombre tras la llegada de Antonio Serra, Nacho Solozábal y Epi, entre otros. A principios de los 80, el club logra dos ligas (81 y 83) y empieza a desplazar al Joventut como alternativa al todopoderoso Madrid. Son los años del Episistema, con bloqueos ciegos continuos de los cuales se benefician tanto Epi como Chicho Sibilio. La línea exterior de aquel Barcelona era ciertamente temible. En el 84, además de ganar la plata olímpica, Epi juega y pierde su primera final de Copa de Europa (si, amigos foreros, el Barcelona también ha perdido finales sin Aíto), y se inicia la que será gran frustración de Epi y del barcelonismo, frustración que ha durado hasta hace un par de años.

La llegada de Aíto García Reneses, un técnico que venía destacando por su sobresaliente trabajo en equipos como el Cotonificio y el Joventut marca el definitivo punto de inflexión en la historia del baloncesto español. La filosofía de Aíto de anteponer el equipo a los jugadores es revolucionaria en la época y choca de manera más o menos frontal con jugadores como Epi y Sibilio, acostumbrados a jugar la práctica totalidad de los minutos. A pesar de ello, el sistema se revela muy efectivo y de la mano de Aíto y el triángulo mágico del barça (Epi, Solozábal, Sibilio), el barça se adjudica el triplete (Liga, Korac y Copa del Rey) en la temporada 86-87. Las incorporaciones de ese año (sobre todo Jiménez y Costa) se revelan fundamentales y más aún lo será la principal del año siguiente: Audie Norris, un jugador sencillamente sideral. Con Norris en el equipo, Epi y el Barcelona inician el definitivo asalto al máximo cetro europeo. Pero si Ocaña tuvo la desgracia de coincidir con Mercx, el mejor Barcelona de la historia tuvo la desgracia de coincidir con el mejor equipo europeo de toda la historia: la Jugoplastica de Split. La frustración para Epi va creciendo a cada año que pasa y el Barcelona encadena títulos de liga con la misma asiduidad con la que consigue subcampeonatos europeos.

Epi siempre fue un deportista de actitud intachable. A diferencia de otros grandes genios del baloncesto europeo con actitudes más que discutibles dentro y fuera de la pista, el “super” hacía gala de una deportividad y un respeto por el contrario fuera de toda discusión. Esta encomiable característica, pero, tiene un lunar: la final de Liga del año 89. Harto de los desplantes y humillaciones sufridos a manos del “niñato” de Sibenik, Epi explota en el quinto partido. Imita la repugnante actitud de Petrovic y celebra mucho antes del final la consecución de la tercera Liga consecutiva dando saltos por la pista y faltando al respeto a un rival hundido, tal como había sufrido él durante tantos partidos. Una vez acabado el partido, Epi confiesa que fue algo premeditado, pero que necesitaba dar una lección a Petrovic y afirma que es algo que no volverá a hacer, palabra que cumple.

De esa misma temporada es, también, uno de los partidos más impresionantes que le recuerdo a Epi. Un Barcelona con solo 6 seniors disponibles visita Pesaro. Epi consigue más de 30 puntos (algo habitual en él) con una increíble serie de 6/6 en triples y el barça vence en el infierno bianquiroso. Las declaraciones de Sandro Gamba al acabar el partido son de una elocuencia sin igual: “no basta con oír hablar de él, leer las crónicas o ver las estadísticas. Hay que verle jugar y disfrutar de los que él es capaz de hacer. Hoy en Pesaro hemos asistido a una auténtica lección ante la cual solo podemos aplaudir al gran San Epifanio”.

La década de los 90 se inicia con la llegada al banquillo culé de Bozidar Maljkovic, cuya misión será ampliar el dominio nacional que Aíto había impuesto en el Barcelona y lograr la tan ansiada Copa de Europa. El Joventut de Lolo Sáinz, la “presuntamente” desahuciada Jugoplastica y multitud de lesiones lo impedirán. Tanto Epi, como Jiménez como Solozábal, o Norris ven que cada vez queda más lejano el sueño europeo. Los dos últimos jugarán su última Final Four en Paris’91 de la mano de Maljkovic, mientras que Epi aún agotará otra posibilidad (Tel Aviv’ 94) y Jiménez alguna más. El resultado acaba siendo el mismo, ni con Antonio Serra, ni con Aíto García Reneses, ni con Maljkovic, ni con Manolo Flores el barça conquistará el preciado sueño europeo. La frustración se hace aún mayor en tanto en cuanto Joventut (en el 94) y Real Madrid (en el 95) sí la logran.

Los años no perdonan y la importancia de Epi, tanto en el Barcelona como en la selección va menguando progresivamente y, aunque anuncia su retirada del combinado nacional al acabar el fiasco de Barcelona 92, Lolo Sáinz le convencerá para ejercer de “especialista” en el 93 y el 94 lo cual, dicho sea de paso, le servirá para batir el record de presencias con la selección de Nino Buscató, que estaba en 222, dejándolo, si mal no recuerdo, en 234.

Aún sin poder conquistar la Copa de Europa, la impecable carrera de SuperEpi tiene un dignísimo colofón: la Liga del 95, contra un rival admirable que plantó guerra hasta un quinto encuentro en el que, con el partido prácticamente acabado, Epi juego sus últimos minutos con la elástica azulgrana y es paseado a hombros por el Palau.

La trayectoria de Epi es, como señaló Maljkovic, un “auténtico ejemplo para los jóvenes”, como una persona con tan pocas aptitudes puede tener semejante afán de superación y lograr ser el jugador tan representativo que fue. Por algo le designaron mejor jugador de Europa en el 84 y el prestigioso diario L’Equipe le designó mejor jugador europeo de la década de los 80. Y ya sabemos que los franceses no regalan precisamente elogios a los españoles. Salve, Súper.

Un saludo.

lunes, agosto 08, 2005

BARÓN ROJO Y YO (PRIMERA PARTE)

Hay pocas cosas en mi vida que me hayan despertado tan incondicional pasión y tan cristalinos recuerdos en mi vida pese al paso del tiempo que el grupo Barón Rojo. Abandonado la habitual frialdad con la que suelo tratar estos temas en mi blog, voy a irme por otros derroteros y sacar a pasear mi vena forofa hablando del grupo de música que más me ha emocionado.

Alrededor de los 11-14 años los gustos e inquietudes de la gente cambian. Pasas de ser un crío a creer que has dejado de serlo. Pasas de jugar con los madelmans y ver los dibujos animados del Sábado por la tarde a escuchar música, fijarte en las niñas y descubrir cosas que antes no te producían el más mínimo interés. Yo tengo ese recuerdo más bien ubicado en el verano del año 87. No sé porque un domingo de aquel verano, en el apartamento de mis abuelos en Benicassim, me puse a ver el "A Tope", programa heredero del mítico "Tocata". A mí nunca me había interesado la música y, a mis 12 años andaba más preocupado viendo baloncesto, leyendo tebeos y modelando plastelina, pero jamás agradeceré más haberme quedado aquel día delante de la tele.

"A Tope" era un programa en el que se alternaban los videos musicales y los play-backs en el plató, culminados por un "miniconcierto" de 3 temas en los que grupos punteros del panorama español e internacional presentaban su último trabajo. Pues aquel día les tocaba a Barón Rojo presentar Tierra de Nadie. Tocaron "Pico de Oro", "El pedal" y "Señor Inspector" (en ese orden) y yo me quedé fascinado, sobre todo por sus letras. La música del primer y tercer tema también me gustó mucho, pero fue la acidez del mensaje de éstas lo que me enganchó. Bastante aturdido, bajé a la calle a pasar el rato con mis amiguetes de por allí y comenté lo que acababa de ver y cuanto me había gustado, a lo que mi amigo Manolo (con el cual aun conservo amistad, y que tiene 2 años más que yo) me dijo que él era heavy y que Barón le encantaban, comentándome que tenía en casa la cinta de "En un Lugar de la Marcha". Me la prestó y al subir a casa la puse en el radio-cassette de mi tía y el impacto que ese momento me produjo fue brutal. Una tras otra iban cayendo Brekthoven, Cuerdas de Acero, No ver no hablar no oir, Hijos de Caín ... ante mi absoluto estupor y fascinación. al acabar la cinta, puse la otra que me habían prestado, el "Live After Death" de Iron Maiden, pero ésa es otra historia...

El radio cassete de mi tía no tenía doble pletina, c ual proceder a la grabación de aquellas dos joyas era imposible, por lo que tuve que pringar on lo c a un amiguete mío y me las grabara. Las miradas de alucinación que me miraban mi madre, mi tía y mis abuelos por la pasión con la que yo escuchaba una y otra vez aquellas cintas tampoco la olvidaré jamás.

Pocos días después, compré mis dos primeras cintas: "Tierra de Nadie", de Barón Rojo y "Seventh son of a Seventh son", de Iron Maiden. Huelga decir que me encantaron, sobre todo la primera.

En ese momento yo ya era un baronmaníaco de pro. Trataba de comprarme cualquier revista en la que aparecieran, recorte de periódico, lo que fuera... en cuanto le oí a mi tía comentar que habían tocado hace unos años Barón Rojo en Benicassim le imploré que me contara lo que recordara de aquello y no pudo ser más gráfica. "La nube negra llegó a Benicassim. Empezaron a aparecer de todas partes melenudos de negro con muñequeras de pinchos por todos los lados..."

Poco después acabó el verano y volví a Valencia para empezar 7º de EGB y tenía la esperanza que en mi clase pudiera haber algún compañero que tuviera más cintas de aquellos dos grupos que tanto me habían impactado, sobre todo de Barón Rojo.

Otro día más.

jueves, agosto 04, 2005

SPIDER-MAN 2

Esto es lo que escribí tras ver Spider-Man 2 en el cine...

Vaya por delante que hablando de spidey no puedo ser objetivo. Siempre ha sido mi héroe favorito desde mi más tierna infancia y ya de mayor, con un mucho más profundo conocimiento del mundo del cómic lo he considerado el mejor personaje de la historia del medio, por encima incluso de otros tan logrados como el Teniente Blueberry o el Principe Valiente.

Spider-Man nace a principios de los sesenta de la mano de Stan Lee y Steve Ditko en medio de una tormenta creativa sin parangón en la historia del cómic. Entre 1961 y 1967 se gesta una cantidad impresionante de personajes, conceptos, situaciones, etc... que culminan en el llamado universo Marvel. Los 4 Fantásticos, los Vengadores, la Patrulla-X (X-Men), Iron Man, Thor, Hulk, Daredevil, Spiderman, Doctor Extraño y muchos otros se complementan a la perfección en un universo de papel alarmantemente real.

¿Qué diferenciaba a estos personajes de los de la trasnochada competencia (DC cómics) como Superman, Batman, Wonder Woman, Aquaman y compañía? En primer lugar, el talento. Durante los años 40 y 50 el comic book era un formato muy mal pagado en el que trabajaban dibujantes y guionistas generalmente mediocres (con la excepción de gente como Alex Toth, Carmine Infantino o Gil Kane) mientras que los dibujantes de prestigio ganaban auténticos dinerales dibujando comics de prensa (Harold Foster, Alex Raymond, Dan Barry, Burn Hoggarth, etc...). Con la eclosión de los comics marvel la tendencia cambia y gente de mucho talento explota definitivamente en el comic book (Jack Kirby, Steve Ditko, John Romita...) o se incorpora a él como primera opción (Neal Adams sería el caso más llamativo) En segundo lugar, el enfoque. Stan Lee decidió con el nº de "The Fantastic Four" que quería guionizar los comics que le gustaría leer. Por ello prescinde de los habituales clichés que hasta entonces habían acompañado a los supertipos, haciéndolos más humanos, más cercanos al lector (todo ello con la lógica ingenuidad de la época), con problemas reales de liquidez económica, de amor, de inseguridad, etc...

Pese a que no fue el primero, el paradigma de lo que acabo de relatar fue Spider-Man, que se convirtió en el mayor éxito de Stan Lee, fundamentalmente por el profundo énfasis que éste puso en la personalidad de Peter Parker (alter ego del arácnido). Peter rompía todas las reglas preestablecidas anteriormente en los comics de superhéroes: era una dolescente, sus decisiones (sobre todo al principio) podían perfectamente ser erróneas, su éxito con las mujeres será más bien limitado (sobre todo al principio, luego se convertirá en un don Juan), tiene serios problemas para llegar a final de mes, es muy inseguro, etc... Vamos, todo un antihéroe, lo cual le hacía muy cercano al lector. Cuando Lee le presentó la idea del personaje al editor (Martin Goodman), éste la rechazó porque la gente odia las arañas, nadie leería un tebeo protagonizado por una dolescente sobreprotegido por su tía, etc... hasta qué punto Lee acertó de pleno y Goodman no sabía de lo que hablaba ha quedado demostrado gracias a millones de copias de tebeos vendidas, series de telévisión y ahora hasta películas.

LA primera película de spidey me dejó un pelín frío cuando la vi. Me presenté en la sala esperanzado gracias al buen sabor de boca que me había dejado X-Men y la verdad es que la del trepamuros me decepcionó un tanto. Supongo que el hecho de ser un fan incurable del personaje me hace ser particularmente sensible con ciertas "licencias" de los guionistas del film y me pareció completamente imperdonable que establecieran que la telaraña de spidey resultara ser orgánica, que se saltaran a la torera al auténtico amor platónico de todos los fans de spiderman (Gwen Stacy), etc... Además, la relación entre Peter y Mary Jane me resultaba bastante surrealista y la forma de hablar del Duende Verde (por no hablar de su traje) no me funcionaba. Decía las mismas cosas que en los tebeos, pero oirlo en el cine con esa voz me chirriaba sobremanera. En muchos aspectos, la X-Men de Bryan Singer estaba bastante por encima de la Spider-Man de Sam Raimi. No obstante, hay que decir que el espíritu del personaje estaba bien captado y que una vez visionada por segunda vez, para mí la película ganaba bastante.

Hoy he ido a ver la segunda. Desde el Miércoles me subía (nunca mejor dicho) por las paredes de las ganas que tenía de ir a verla, pues la crítica la había puesto muy bien, el antagonista elegido es de mis favoritos (Dr Octopus) y las imágenes que se mostraban eran más que sugerentes. No obstante, siempre voy a ver estas pelis de superhéroes con mi primo y tuve que adaptar mi agenda a la suya.

Bien, a lo que iba: esta segunda entrega me parece bastante más lograda que la primera. en esta ocasión las licencias argumentales molestan bastante menos a un purista como yo, la relación entre los dos protagonistas parece bastante más verosímil, el villano cuando habla no parece un payaso y sobre todo, la esencia de spiderman está aún mejor captada que en la primera parte, de hecho... incluso demasiado. En los comics, Parker siempre fue un pupas pero es que al de esta película parece que lo haya mirado un tuerto, no le sale bien nada. Otros argumentos en su favor son la crisis existencial del personaje, que es un argumento recurrente en sus comics, constantes guiños de complicidad a los lectores y un sentido del humor que yo particularmente eché en falta en la primera entrega. Por cierto, mención especial al actor que interpreta al infame Jonah Jameson y a los dialogos escritos para él, absolutamente geniales.

En el lado negativo citaría a Kirsten Dunst, no ya como actriz, si no como Mary Jane. No me convenció en la primera película y menos aún me ha convencido en la segunda. En los comics, Gwen era una preciosa rubia angelical mientras Mary Jane era la típica tía cañón. Al suprimir a Gwen han querido hacer en Mary Jane un híbrido de ambas y la verdad es que no conozco a ningún lector habitual de spidey que esté contento con la elección de esta Maru Jane. Por otro lado, el monigote en 3D de spiderman es mucho menos verosímil en esta peli que en la primera, lo cual me resulta insólito.

En resumidas cuentas, no me parece la mejor adaptación de un comic al cine como he leído por ahí (ese puesto en mi opinión está reservado a Superman y a X-Men 2), pero sí me parece un producto de entretenimiento perfectamente apto tanto para habituales lectores de los tebeos como para los que no lo son. Personalmente, no me he sentido insultado ni como espectador ni como lector, y eso creo que ya es bastante...

Un saludo

lunes, agosto 01, 2005

LA PESADILLA FALLERA

Esta anécdota data del día 19 de Marzo del 2004, en el que cometí la insensaatez de dejarme convencer para salir por la plaza de Cánovas en fallas. Éste es el texto que escribi en su momento relatando tan traumática experiencia:

Yo siempre que puedo me escapo de la pesadilla fallera yéndome a cualquier rincón de España en el que pueda disfrutar de un mínimo de normalidad, pero hay años como éste en el que las obligaciones laborales me obligan a quedarme aquí.

Bueno, a lo que iba, que ayer unos amiguetes del chat en el que suelo entrar, tras un buen rato de argumentaciones medianamente convincentes, consiguieron arrancarme el compromiso de salir con ellos a un pub de la Plaza de Cánovas al que solemos ir los Sábados por la noche. Quedamos en que pasarán a buscarme a las 00:30 en el coche y que luego nos iremos para allá.

Con solo 10 minutos de retraso se presentaron aqui desde Puerto de Sagunto, donde ellos viven y con ello comenzó una de las peores noches de mi vida. Para empezar, me dicen que el camino que yo les proponía para llegar a Cánovas era inviable, dado el tráfico bestial que había, con lo cual tiramos por otro lado. Ese otro lado debía formar parte del lado oscuro de la fuerza, porque estaba repleto de calles cortadas, colapsos brutales, guardias gestionando el tráfico a su antojo, etc...

La Gran Vía estaba cortada, por lo que tuvimos que tirar por Pérez Galdós y Giorgeta, que estaba regularín de tráfico, pero lo peor apenas había empezado. Peris y Valero era un mar de coches completamente detenidos que avanzaban a una velocidad media de 1 km/h. Tras intentarescabullirnos por Antic Regne, nos percatamos de que avanzar incluso por las callejuelas sin coches era completamente imposible, pues había una hilera de coches aparcados en un lado, dos hileras en el otro lado y una manada de gente caminando por la calle como si nuestro Focus fuera completamente invisible.

Una vez en el puente que une Peris y Valero con Cardenal Benlloch, nos encontramos con un guardia que nos tuvo ¡25 minutos! de reloj parados mientras daba preferencia al resto de carriles y direcciones. El caso era tan indignante que un conductor se bajó del cohe e intentó agredir al ecuánime guardián de la ley que tan encomiablemente estaba realizando su trabajo. Así estaban los nervios...

Trascurridos los entretenidísimos 25 minutos, conseguimos cruzar el puente en sentido contrario y girar a la derecha hacia Cánovas. Cual es mi sorpresa cuando veo que, en el único golpe de suerte de toda la maldita noche, aquello estaba repleto de sitios para aparcar.

Una vez estacionado nuestro vehículo, procedemos a pelearnos con la multitud reinante por aquellas calles para poder alcanzar nuestro deseado destino. Por el camino pasó de todo, desde descerebrados lanzando bengalas a ras de calle que podían haber causado cualquier desgracia hasta ver a 5 macarras acorralando a un fallero para darle de ostias, pasando por ingentes montones de vómito por todos los lados, etc...

En resumen, que a las 3:00 de la mañana llegábamos a la puerta del maldito pub, en el cual también nos costó sangre, sudor y lágrimas internarnos. Para redondearlo, la ventilación, habitualmente mala, se tornó asfixiante debido al brutal número de personas que había allí dentro. El único reducto respirable era la entrada del baño, donde nos apresuramos a aposentarnos a fin de poder respirar.

Tras un par de horas de empujones, deficiencias respiratorias, humo en cantidades industriales, el conductor del Focus en el que habíamos cometido la osadía de acercarnos a la viva encarnación de la pesadilla fallera nos dice que se va. "¿Tan pronto?" le pregunto en un alarde de convencionalismo bastante alejado de mi sentir en ese momento, a lo que responde "Si, es que solo he dormido dos horas y esto es un agobio". No hizo falta que entrara en más detalles, no le costó mucho convencernos. Cogimos nuestros bártulos y, previo conjunto de codazos, empujones, etc.. conseguimos salir de allí hasta llegar al coche e iniciar el viaje de vuelta que, menos mal, resultó infinítamente más fluido y plácido que el de ida.

Mi pregunta es: ¿Alguien realmente se lo pasa bien con tanto mogollón? ¿Con tanta aglomeración? ¿Con esa sensación de que conseguir que te sirvan una copa es una hazaña a la altura de la Copa del Zaragoza? Yo, dsde luego, lo tengo hipermegaclaro: Me lo paso muchísimo mejor cualquier día que salga que no sean fallas. Al menos en ese caso me siento capaz de caminar.

Un saludo.

PD: Por cierto, como olvidar que los falleros me han despertado a las 8 con su despertà y que, cuando empezaba a coger el sueño otra vez a las 10, mi encantador vecino ha puesto a toda ostia un chumba-chumba de esos intragables. Lo dicho, mi odio por las fallas alcanzó ayer un nuevo nivel