divagando...

sábado, agosto 20, 2005

CUANDO EL TIEMPO SE ACABA

Mi abuela se muere…

Hasta el pasado Lunes no había sido consciente de una realidad tan desgarradora. A una de las 3 personas más importantes de toda mi vida se le acaba el tiempo y sus seres queridos asistimos impotentes a ello.

Sé que sonará a tópico, pero es la pura realidad: mi relación con mi abuela siempre fue más que especial. Desde mi nacimiento, que estuvo rodeado de acontecimientos bastante peculiares, me cogió muchísimo cariño, pasó mucho tiempo conmigo y eso, inevitablemente, hizo crecer entre ambos una relación muy especial. Como ella siempre decía, yo era su “prefe”.

Mi infancia transcurrió en Barcelona y los veranos me los pasaba en Benicassim, en parte con mi madre y gran parte con mis abuelos. Con mi abuelo mi relación fue más complicada, pues mi carácter era parecido al de mi padre y siempre hubo un karma muy complejo entre ambos. Por el contrario, adoraba a mi abuela. De hecho, se podría decir que a mí me han criado entre mis padres, ella y mi tía Clara.

La muerte de mi abuelo fue para mí un golpe fuerte, pues tuvo lugar cuando él y yo empezábamos a entendernos mucho mejor. A mi abuela superarlo le llevó muchísimo tiempo, pues el amor que existía entre ellos es algo que jamás he visto igualar. Ambos se casaron cuando él contaba 28 años y ella 19. Eran otros tiempos.

De ideología profundamente conservadora, mi abuelo quiso tener hijos de inmediato y a fe que los tuvieron. Hasta 7. Cómo consiguieron subir a tan elevado número de retoños, consiguiendo que 6 de ellos acabaran con estudios universitarios contando tan sólo con el sueldo de mi abuelo es algo que sólo puede entenderse desde el profundo sacrificio que ambos hicieron y el espartano orden con que mi abuela llevaba la casa. Yo conocí a una Paquita mucho más dócil y malcriadora, pero no son pocos los comentarios que le escuchado a mi madre o a alguno de mis tíos pintándome a mi abuela poco menos que como un sargento de hierro.

Siempre fue una mujer de una extraordinaria vitalidad. Tras la muerte de mi abuelo, quiso seguir adelante sola, y así estuvo más de 10 años, plenamente autosuficiente, hasta hará unos 4 o 5 años, en los que se empezó a encontrar muy débil, se le detectó parkinson y tuvo que empezar a vivir con sus hijas.

No hay etapa de mi vida en la que mi abuela no haya tenido una importante presencia. Tras mi infancia, sufrió como pocos mi difícil adolescencia y siempre la tuve al lado en mis primeros pasos como adulto. Siempre he sido el nieto con el que más unida ha estado, no sólo por las atenciones que me ha dedicado, sino porque siempre he sido el que más ha ido a verla, el que más la ha llamado, etc… Siempre fue mi despistada y yo ya la conocí con importantes problemas de sordera, por lo que las anécdotas graciosas que producía eran constantes, y ella siempre se tomaba con humor las numerosas veces que yo se las recordaba.

En el último mes y medio ha sufrido un deterioro insólito. Hoy he ido a buscarla a casa de mi tía y ya no puede casi caminar sin ayuda, hay que subirla al coche, ayudarla a meterse en la cama, luego en casa de mi madre he tenido que ayudarla cuando ha entrado en el baño. No hay duda de que la perspectiva no puede ser más desoladora…

Al dejarla durmiendo me he derrumbado y me he puesto a llorar en el pasillo. Ni en el hombro de mi madre he logrado encontrar consuelo a algo que me destroza por completo.

Y es que el tiempo se nos acaba a todos, tarde o temprano, aunque haya gente que, por bondad, por total ausencia de malicia, por su enorme corazón y extraordinaria generosidad no debería morir nunca.

Te quiero mucho, abuelita. Dudo que cuando me llegue la hora pueda mirar atrás y sentirme la décima parte de orgulloso de lo logrado que deberías estar tú.

Saludos.

11 Comments:

  • ANIMO!!!!!!!!

    By Anonymous Anónimo, at 8:12 p. m.  

  • Mucho ánimo.

    John.

    By Anonymous Anónimo, at 4:23 a. m.  

  • Ánimo Ignacio, sabes que para estos momentos no existen palabras, sólo buenos recuerdos...

    Un beso.

    By Blogger Miada, at 5:27 p. m.  

  • Gracias a todos.

    By Blogger Ignacio, at 1:56 p. m.  

  • Aunque no sirve de mucho sólo puedo darte ánimos y como ya han comentado lo mejor es recordar los buenos momentos, a mí es algo que me ayuda bastante.

    zyberg

    By Anonymous Anónimo, at 3:49 a. m.  

  • ¡Mucho ánimo desde Vitoria!

    By Anonymous Anónimo, at 2:10 p. m.  

  • Cuando vi el titulo de tu historia no me he podido resistir a leerla. Espero que puedas llevar esta situacion con la mayor entereza y animos posibles. Tu abuela jamás dejara de estar junto a ti si mantienes todos esos recuerdos tan bonitos de lo que cuentas.

    Saludos desde Málaga. Rísquez.

    By Anonymous Anónimo, at 11:45 a. m.  

  • Nuevamente gracias. El Domingo fuimos a comer unos cuantos miembros de la familia al chalet de una de mis tías y la verdad es que vi a mi abuela algo mejor, pese a que sigue pareciéndome alucinante el cambio tan bestial que ha dado la pobre mujer en mes y medio.

    By Blogger Ignacio, at 1:28 a. m.  

  • Un abrazo.

    Martin Brothers

    By Anonymous Anónimo, at 1:55 a. m.  

  • hacia tiempo que no entraba a leerte, y como lo del basket no lo suelo leer la verdad... me detube en lo de tu abuela...

    No sé que dicirte pq nunca me ha faltado alguien tan próximo.. simplemte que el viaje de tu abuela llega a su fin pero puede estar orgullosa de tener un largo camino de recuerdos y metas conseguidad, así que consigue tu lo mismo, que ella estará muy orgullosa de tí.


    Gala (Un beso chand tengo ganas de verte ;))

    By Anonymous Anónimo, at 3:25 p. m.  

  • Gracias, Carmen. Yo también tengo ganas de veros.

    Un besote.

    By Blogger Ignacio, at 9:58 a. m.  

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