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viernes, octubre 28, 2005

ANDRÉS JIMÉNEZ, El hombre que marcaba la diferencia

De entre el amplio elenco de motes deportivos que solía emplear en las retransmisiones radiofónicas de la trístemente fenecida Antena 3 Radio Andrés Montes, uno de los más acertados era el que empleaba para un jugador andaluz de aspecto frágil y espigado y con una nariz de tamaño descomunal, Andrés Jiménes, al cual apodaba como "el hombre que marca la diferencia en el baloncesto español"

Y no andaba muy desencaminado, no...

Andrés Jiménez es lo más parecido a Pau Gasol que hemos tenido en España hasta la llegada del genio de Sant Boi en el sentido de que fue nuestro primer jugador con altura de pívot capaz de jugar de cara al aro con movilidad de alero. Dicho de otra manera, nuestro primer tres. Sus inicios fueron en el club de su pueblo (presidido por su padre), el C.B. Carmona, y a los 15 años se trasladó a Badalona para jugar en el cotonificio, donde dio el salto a la primera división española de la mano del técnico al que ha estado unido la práctica totalidad de su carrera profesional y sin duda pieza clave en su evolución como jugador: Aíto García Reneses.

El Cotonificio de Aíto, Jiménez, Costa y compañía es una especie de leyenda del basket español. Con un presupuesto ridículo se instaló en la élite del basket nacional firmando varias campañas de enorme mérito llegando a ser juez de la liga 77/78 derrotando al Madrid y entregándole el título al Joventut de Moka Slavnic. Son varios los detalles que hacían de aquel equipo algo inhabitual en la época: entrenaban mañana y tarde todos los días (no era lo habitual), realizaban una defensa que fue bautizada como karate preess (qué cosas, yo creía que eso era sólo lo podía hacer Aíto al amparo del poder futbolero), se empezó a usar la defensa de "saltar y cambiar" dos años antes de que Díaz Miguel la usara en la selección y sobre todo, por jugar con Andrés Jiménez por fuera, algo que Aíto empezó a usar en el Coto y que luego pulió en la penya y en el barça siempre con el mismo jugador como protagonista.

La progresión de Jiménez es constante y se convierte en internacional en el 82, formando parte de la gloriosa generación baloncestística que logró las platas de Nantes y Los Angeles en el 83 y en el 84.

Cuando Aíto ficha por la penya en la temporada 83/84 se lleva consigo a su jugador-talismán y juntos revitalizan al club de baloncestro más reprensativo de este país, que venía de quedar séptimo, firmando dos temporadas con un tercer puesto (84/85) y una final de liga perdida contra el Madrid pese a la portentosa exhibición de los Jimix (sobrenombre con el que Andrés firma los cómics que dibuja), Villacampa, Montero y compañía en el primer partido de la serie en Madrid.

En la temporada 85/86, el camino de Jiménez se separa por primera vez del de Aíto, al fichar éste por el Barcelona. Su sustituto en la penya será Miquel Nolis y el equipo badalonés quedará tercero en la clasificación mientras el Barça perderá la final contra el Madrid. Ésa será la última liga de Lolo en el banquillo blanco.

A comienzos de la temporada 86/87, Aíto reune en el Barça al triángulo mágico del Cotonifico (Costa, Jimix y él mismo), que unidos a los Epi, Solozábal, Sibilio y compañía dan como resultado un equipo inabordable, más aún si tenemos en cuenta que la penya queda debilitada por la ausencia de Jiménez y el Madrid por la de Martín (en su fugaz paso por el banquillo de Portland, supongo que por culpa de conspiraciones antieuropeas). Ese equipo logra todos los títulos en juego (Liga, Copa y Copa Korac) y, con el importantísimo añadido de Audie Norris, inicia la era de mayor dominio que ha conocido la ACB y parte totalmente esencial de dicho dominio hay que otorgársela a la figura de Andrés Jiménez, que por entonces ya juega casi siempre de tres, siendo prácticamente indefendible.

Su más que decente tiro de 4-5 metros le permite ser una amenaza para sus defensores en esas distancias y su velocidad y notable coordinación propician que sea capaz de dejarles atrás con relativa facilidad. Cerca del aro, sus movimientos son veloces y pulidos, lo que unido a su altura le permite rendir con solvencia también ahí. Su categoría de "hombre que marca la diferencia" se pone de manifiesto al comprobar la frecuencia con la que Lolo cambia de alero americano en sus vanos intentos por pararle (ni Spriggs, ni Alexis ni Rogers ni Frederik lo conseguirán en los momentos decisivos) En esa época sólo tiene un lunar: los tiros libres. Su porcentaje suele ser más que discreto y es algo que no logró corregir hasta que su carrera tocaba a su fin.

En el verano del 87 forma parte de la selección española que queda cuarta en el Europeo de Atenas y su sensacional trabajo es premiado con la inclusión en el mejor quinteto del campeonato. Es el prólogo a los años más tristes que un servidor le recuerda al equipo nacional (Seúl, Zagreb, Argentina, Barcelona...)

Tras cuatro ligas consecutivas y toparse dos veces en la Final Four con la Jugoplastica, Aíto deja su puesto de entrenador al serbio Bozidar Maljkovic y en esa temporada Jiménez sufre la lesión más importante de su carrera que le tendrá más de media temporada lejos de las canchas, no pudiendo disputar ni la final de la Copa de Europa ni la de liga (ambas perdidas, respectivamente, ante Jugoplastica y Joventut). Es el prólogo a 2 años de sequía para el Barcelona, que incluirán la peor temporada ACB de su historia (92/93, séptimos).

La progresión de Jiménez va un poco más allá con Maljkovic y con el regreso de Aíto y empieza a probar suerte desde más allá de la línea de 6,25, quizá fruto de los años que le hacen perder velocidad hasta el punto de que en sus últimos años ya prácticamente nunca se le ve en sus clásicas acciones fuera-dentro, centrándose en el tiro exterior y en jugar al poste bajo, jugando con la inteligencia que siempre le caracterizó, supliendo su cuesta abajo física producto de la edad.

Jiménez cierra su carrera con tres ligas consecutivas, la última de ellas conquistada en la pista del Madrid en un extraordinario quinto partido en la temporada 96/97 en el cual tiene un papel más que digno pese a sus 35 años. Con motivo de su retirada, fue objeto de diversos homenajes, tanto por parte de su último club (que le organizó un desconcertante partido de homenaje en el que no jugó y le retiró la camiseta) como por parte de la ACB al ser el último representante de la generación que triunfó en Los Ángeles en retirarse.

Un saludo

5 Comments:

  • Recuerdo unas declaraciones de Corbalan de hace unos pocos años (del 99, 15º aniversario de la muerte de FM, sino recuerdo mal), en las que reconocia a Jimenez y Martin como la clave para que la seleccion lograra dar el paso que le faltaba, y conseguir al fin las ansiadas medallas.

    A la base del equipo de Moscu 80, se le sumaron en años posteriores dos tipos absolutamente diferentes a lo que habia en aquella seleccion. Aquel combinado del 80 no era malo ni mucho menos,habia casi de todo: un base excepcional (muy bien acompañado), exteriores de muchisima categoria (Epi, Sibilio,...), un 5 grande,...pero les faltaba algo para poder llegar a vencer a la URSS o Yugoslavia (semis 83 y 84, respectivamente).

    Concretando en Jimenez. Con los rotos que le hizo al Madrid habria para escribir un libro. Basicamente por que el era el principal elemento diferenciador, por mucho buenos jugadores que hubiera en su equipo, sus peculiares caracteristicas para la epoca, suponia que fuera imparable en muchisimos momentos.

    jan10

    By Anonymous Anónimo, at 8:10 p. m.  

  • Si las declaraciones fueron en el 99, sería el décmo aniversario de la muerte de Martín, Javi ;)

    Saludos.

    By Blogger Ignacio, at 12:15 p. m.  

  • 89+10= 99???????

    Pues si, parece que salen las cuentas!!

    jan10

    By Anonymous Anónimo, at 5:06 p. m.  

  • Yo creo que Jimenez era un buen jugador pero no se puede comparar a el Lagarto de La Cruz.

    By Anonymous Anónimo, at 8:15 p. m.  

  • En esa época hubo otro jugadorde características similares, quizás no de tanta calidad, pero sí de tremendo impacto para su equipo: hablo de Fernando Arcega y el CAI Zaragoza.

    Otro pivot reconvertido a alero, muy alto, con decente tiro exterior y que fue el capitán en los años más gloriosos del equipo (y el único jugador cuyo número ha sido retirado en Zaragoza).

    ¿Por qué no tenemos ahora ningún jugador similar? ¿Sería un suicidio para el Unicaja o la Selección reconvertir a Garbajosa? (algo más lento que los dos anteriores, pero también con algunas cosas parecidas).

    Saludicos y enhorabuena por la bitácora

    By Blogger Manuel Zapater, at 10:52 a. m.  

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