divagando...

lunes, noviembre 28, 2005

ALFRED JULBE, El hombre sin miedo

Este post lo publiqué hace 3 años, por lo que, al igual que en el del Unicaja, los datos han quedado un pelín desfasados :p

Alfred Julbe es una de esas personas que no dejan a nadie indiferente (pedazo de tópico): o lo odias o lo adoras, no suele haber término medio, pues su carácter es más que particular. Sus detractores le ven como un hombre faltón, soberbio y maleducado, mientras que sus admiradores (entre los que me cuento) valoramos su indudable valía como gran estratega, su sinceridad y, sobre todo, su valentía. Porque si hay algún calificativo que define a la perfección a este técnico barcelonés de 41 años es el poco temor que muestra sea cual sea el enemigo o la circunstancias, cual jugador de poker del cual no sabes si esperarte una escalera de color una triste pareja de doses.

Existe la errónea (y malpensada) tendencia a pensar que Aíto García Reneses nació entrenando al Barcelona, cuando lo cierto es que necesitó de 12 años de brillante dirección en otros equipos para alcanzar ese privilegiado puesto. Este no fue, en cambio, el caso que nos ocupa. Alfred Julbe debutó en la temporada 86/87 como primer entrenador del Ron Negrita Joventut, después de haber sido técnico de las categorías inferiores y haber cumplido un peregrinaje de tan solo dos años en el banquillo badalonés como segundo entrenador de Aíto y Miquel Nolis.

El verano del 86 no fue bueno para la penya. La entidad badalonesa parecía haberse conjurado para el asalto al título y estaba en gestiones para lograr un gran equipo. Las conversaciones para la renovación de Jiménez estaban avanzadas y la penya tenía prácticamente asegurado el fichaje del base del Cotonificio, Joaquin Costa. Estos dos jugadores, unidos a los Margall, Villacampa, Montero, Jofresa o Reggie Jonson hubieran supuesto montar un auténtico equipazo, pero en el último momento se cruzó el Barcelona que no solo frustró el fichaje de Costa, si no que se hizo con Jiménez. Esto, unido al debut del joven Alfred (24 años) parecía presagiar una temporada de transición, pero el recién llegado no parecía estar de acuerdo.

En su primera campaña, y a pesar de los duros golpes recibidos y pese a contar con solo 6 seniors de garantías, Julbe vaticinó grandes éxitos y gran competitividad esa temporada ante el estupor general. El caso es que aquel año el Joventut desarrolló un juego espectacular y vibrante, dando un enorme rendimiento y obligando al superbarcelona (que hizo el triplete) a llegar a una prórroga en la final de Copa y a sudar lo suyo en la Final de Liga (que ganó en el 4º partido con una canasta in extremis de Kenny Simpson). La fórmula del técnico joven con una plantilla de prácticamente 6 jugadores (Montero, Villacampa, Margall, Jonson, Schultz y Jofresa) da muy buenos resultados sobre todo si tenemos en cuenta que el Madrid, que había sufrido la pérdida de Fernando Martín, naufraga notablemente y queda cuarto. En esa final hay bastante polémica, pues Julbe denuncia el trato de favor del que, según él, gozan Barça y Madrid (“desde el momento que se acepta que se trate de una manera distinta a Fernando Martín que a Morales, algo está fallando” declara). La respuesta de Álvaro Herrera (creo que fue él) no tiene desperdicio: “no es cierto que favorezcamos a los grandes, es al contrario. Favorecemos al Joventut porque tiene menos banquillo :S “)

Esa temporada, Julbe se revela como un discípulo aventajado de Aíto y se muestra como un técnico imaginativo y arriesgado. A pesar de su corto banquillo, los movimientos ofensivos del equipo están perfectamente ejecutados y el técnico muestra variaciones defensivas muy interesantes.

Esa temporada es la del inicio de la dictadura culé en la liga ACB, la cual se prolongará tres temporadas más. La temporada 87-88 es la de las lesiones, que acosan al Joventut constantemente, impidiéndole rendir con regularidad, a pesar de la incorporación (en minutos con regularidad) de los jóvenes Morales y Ruf ( ??? ). No obstante cede por solo dos puntos en semifinales de la Copa en la Coruña contra el Madrid (que había recuperado a Martín) y hace sudar sangre al Barcelona de Aíto, Solozábal, Epi y Norris al que tiene contra las cuerdas (2-1 y ganando 9-0 el cuarto partido) en las semifinales de la ACB, pero lo peor ya había pasado en Grenoble (si mal no recuerdo). En una final con un equipo mermadísimo por las lesiones no consigue sobreponerse al mal papel de sus dos estrellas (Villacampa y Montero) y, a pesar del estelar papel de Margall y Johnson, pierde la final de la Recopa contra el Limoges y se cierra la segunda campaña de Julbe sin títulos, aunque habiendo disputado tres finales y habiendo dado la cara en todas ellas.

Durante esos años la directiva es reacia a invertir con fuerza en un segundo extranjero de calidad que acompañe a Reginald Jonson, un auténtico lujo. Pero ni Schultz, ni Meriweather ni Earl Jones consiguen serlo y la penya no logra convertirse en una sólida alternativa a los dos grandes.

La tercera temporada de Julbe es la más floja. Cae a las primeras de cambio en la Korac, es apalizado en semifinales de la Copa por el Madrid de Petrovic y cae eliminado en semifinales de la liga por 3-1 por el mismo equipo blanco. No obstante, de esa temporada recuerdo una de las más apabullantes lecciones tácticas que yo haya visto. En la segunda jornada de la segunda fase de la Liga el Joventut visita el Palacio de los Deportes de la Comunidad ante un Madrid eufórico tras su victoria en la jornada anterior en el blaugrana, que suponía el famoso 5-0. Pues bien, el planteamiento de Julbe fue magistral. Empezó el partido con una defensa individual y consiguió las primeras diferencias, luego (debido al arreón de Petrovic) pasó a una 2-1-2, más tarde a una 3-2, luego defensas alternativas... el cortocircuito en el ataque del Madrid fue colosal y la Penya ganó aquel partido por 73-93. Julbe parecía que se sabía el partido de memoria antes de jugarlo.

No obstante, el balance final de la temporada no fue bueno y Julbe no fue renovado y tuvo que hacer las maletas para ir a Girona a entrenar a una franquicia joven. Su línea de trabajo en la capital gerundense estuvo marcada por su apuesta por la veteranía. Ivanovic (el hoy entrenador del Tau), Margall o Costa estarán a sus órdenes en Girona, siendo la mayoría de ellos mayores que él. En Girona también recalarán jóvenes de la cantera de la penya como Pardo o Juan Rosa. Su trayectoria en Girona es más bien discreta, cuyo mayor logro es en la temporada 91-92, en la que alcanza el puesto 11. En la temporada 93-94 dimite tras más de cuatro años en el banquillo gerundense por los malos resultados en las 7 primeras jornadas.

El prestigio de Julbe sufre un espectacular espaldarazo en la temporada 94-95. Mientras el equipo de sus orígenes se hunde en la mediocridad más absoluta, él rescata a otro clásico venido a menos de la miseria: el Amway Zaragoza, que había cosechado un lamentable 14 puesto en la campaña anterior, resurge de la mano del técnico badalonés con dos meritorios puestos (6º y 7º) y un subcampeonato de Copa. A pesar de tener una plantilla corta, Julbe no se queja de nada, ningún rival le asusta, nunca hay excusa de antemano. De su mano terminan de explotar los Angulo y llegan a Zaragoza dos grandes jugadores: Andre Turner y Andy Toolson. Ayudados por Ken (animal) Bannister, la capital maña vuelve a ilusionarse con su equipo, pero los problemas económicos ahogan a la entidad que preside el inefable José Luís Rubio. Solo la clasificación para la Euroliga puede salvar a un clásico, pero cae ante el Estudiantes en cuartos de final y el Zaragoza muere. El éxodo de sus jugadores es masivo y varios equipos se aprovecharán de ello, el principal de ellos, el Joventut.

El único club de baloncesto español campeón de Europa había cerrado dos esperpénticas campañas (94-95 y 95-96) y la entidad andaba más que convulsionada. El ínclito Jordi Parra, presidente de nefasto recuerdo, apostaba por la continuidad de Moka Slavnic en el banquillo badalonés, mientras que un rayo de esperanza se vislumbraba con la candidatura de Genís Llamas, antiguo miembro de la junta de Lluís Conesa, cuyo entrenador para su proyecto era (sí, lo han adivinado) Alfred Julbe. Al final, la lógica se impuso y venció la opción Llamas, que presentó a Julbe como el salvador para la desilusionadísima masa social badalonesa.

En su presentación, Julbe vuelve a poner de manifiesto su valentía. A la pregunta de un periodista de si se ve capaz de construir un equipo competitivo tras haber perdido a los hermanos Jofresa y Morales, Julbe contesta con la misma “chulería” que 10 años atrás, cuando debutó con la penya y su respuesta no tiene desperdicio: “Villacampa, tres extranjeros de nivel y los jóvenes. No necesito más para construir un equipo 100% competitivo y con todas las aspiraciones”. Nuevamente cumple su palabra: en una segunda parte de campaña sensacional lleva a la penya a su mejor temporada de los últimos 8 años con una sensacional tripleta de extranjeros (Turner, Toolson y Beard) y dos jugadores llegados de rebote (Murcia y Espinosa) mete al Joventut en semifinales y solo el basket average le impide clasificarse para la Liga Europea. Además, Julbe consigue ese año el único título importante que, hasta ahora, adorna su palmarés: la Copa del Rey, conquistada en León en una vibrante final en la que el Joventut remonta 17 puntos al Cáceres.

El Joventut conserva el mismo equipo del año anterior en la temporada 97-98 más Nacho Biota, cuyo rendimiento irá a menos cada año. La temporada globalmente es buena, pero se falla en los momentos claves (final de Copa y cuartos de final contra el barça con desventaja de campo) y se cierra con un 6º puesto.

De esa temporada es, probablemente, el peor recuerdo de su carrera: La final de Copa de Valladolid contra el Pamesa. EL Joventut llega a la cita copera en un momento dulce, y se planta en la final tras deshacerse del barça y el futuro campeón de liga, el TDK Manresa. Antes de disputar la semifinal, a Julbe le preguntan que opina de la otra semifinal que ya se ha jugado de donde ha salido el Pamesa de Vukovic como finalista. La respuesta de Alfred es seca pero clara: “pues feo, feo... a mí no me gusta este tipo de baloncesto tan lento”. El periodista le tira de la lengua, al ver que Julbe está que arde en deseos de hablar... “No me gusta este tipo de basket-tostón, que hace huir al público ocasional del baloncesto. No me gustan las defensas que atacan al jugador en lugar de atacar al balón...”. Nuevamente Julbe hacía gala de su valentía (y de lo bocazas que es, supongo) al decir esas cosas en el momento menos oportuno. Lo más inteligente hubiera sido esperarse a jugar la final y si hubiera ganado, entonces decirlo... pero a Julbe siempre le han ido las apuestas fuertes y el rollo duro. Durante ese día fue subiendo el tono de sus declaraciones y, de decir cuatro verdades bien dichas (el basket control es un cáncer para este deporte, en mi opinión) se lanza a hacer acusaciones con un tono demasiado sobrado y peyorativo contra un equipo que llegaba con un estilo de juego muy difícil de atacar (gustará más o menos, pero la eficacia del basket-control está fuera de toda duda) y con un jugador en un momento de forma espléndido: Nacho Rodilla, que supera claramente a Turner en la final, igual que su equipo a la penya, logrando el único título de su historia y dejando bastante mal a Julbe. Para los amantes de la estadística, un dato: al Joventut, equipo de aquella temporada al que más personales a favor se le señalaban, solo fue agraciado con dos faltas a favor en los 19 primeros minutos de la segunda parte de aquella final.

Julbe realiza una arriesgada apuesta al comenzar la temporada 98-99. Prescinde de un Turner en su mejor momento para dar salida a Corrales y a un prometedor jugador de la cantera que viene despuntando mucho: Raúl López. La puesta es valiente y sale mal: la penya no realiza una buena temporada (10ª) pero Raúl destaca mientras a Corrales le viene grande el puesto de titular. La apuesta debía tener continuidad (la juventud) en la temporada siguiente (99-00), pero la directiva presiona a Julbe para aportar veteranía al equipo con los fichajes de Jofresa, Babkov, Ferrán o Houston. Esta apuesta sale aún peor y Julbe es cesado por primera vez en su carrera antes de finalizar la primera vuelta tras perder en Cáceres y le sustituye Izquierdo.

La vida tiene extrañas paradojas, pues es el Cáceres quien le ficha con la temporada 00-01 ya empezada para sustituir a Manolo Flores y tratar de enderezar una nave que se hunde. Una increíble racha de victoria permite al Cáceres meterse en la Copa del Rey de Málaga dejando un cadáver curioso por el camino: Izquierdo, al vencer en Badalona.

El dignísimo papel del equipo extremeño en la Copa (elimina en cuartos al Tau) no tiene continuidad y el Cáceres se queda fuera de los play-offs tras una discreta segunda vuelta. Esta temporada recupera su unión con “el mago” Turner, pero los años no perdonan y la temporada es decepcionante. Según comentan los foreros extremeños, se ha peleado con las instituciones, con jugadores, con técnicos, etc... parece poco probable que siempre estuvieran equivocados los demás, pero ya se sabe que Julbe es una persona de fuerte carácter al cual no le tiembla el pulso a la hora de tomar las decisiones y hacer valer sus ideas. Es lo que suelen hacer las personas valientes. Se trata de una persona que, antes de empezar un partido sin tres de sus titulares contesta: “Esto es lo que tenemos y no vamos a hablar de los que no están”. Casi igual que Scariolo, vamos.

Un saludo.

5 Comments:

  • Buen repaso a la trayectoria de este entrenador, como bien dices valentía es lo que le define. El año pasado regresó a Zaragoza, a pesar de habérsele negado la continuidad, quedó a 10 minutos de la ACB. Otros por orgullo y la difícil situación del CAI no habrían vuelto, hizo lo que pudo, pero aquella nave iba a pique irremediablemente.

    Este año por fin es su proyecto, junto a Chápuli, se le podrá exigir más, pero también tiene tiempo, desde el inicio.

    Es una alegría para los amantes del basket ofensivo que siga en los banquillos.

    By Blogger Alejandro, at 2:14 p. m.  

  • Ignacio! El único título de la historia del Pamesa no es la Copa del Rey, también ganamos una ULEB Cup.

    Eso sí, de Julbe no voy a opinar porque ya sabes lo que pienso :P

    Un abrazo

    By Anonymous Anónimo, at 9:15 p. m.  

  • Ana, cielo, en el encabezamiento del post pone "Este post lo publiqué hace 3 años, por lo que, al igual que en el del Unicaja, los datos han quedado un pelín desfasador :p"

    Un besote.

    Choben, yo también espero que el CAI regrese a la ACB, y nada mejor que de la mano del bueno de Alfred.

    Saludos.

    By Blogger Ignacio, at 9:19 p. m.  

  • Ya, es cierto, lo que pasa es que pensaba que lo habías actualizado.

    :P

    By Anonymous Anónimo, at 10:03 p. m.  

  • Después de tantos años deberías conocer mi evidente pereza :D

    By Blogger Ignacio, at 10:05 p. m.  

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