divagando...

jueves, diciembre 22, 2005

SIN ELE

No hace mucho, este treintañero que periódicamente se dirige a ustedes (o vosotros, si me permiten la confianza) abominaba por completo la sóla idea de sacarse el carnet de conducir. Me había acostumbrado a usar durante años el transporte público y nada me hacía suponer que esa condición fuera a cambiar. No obstante, ciertas circunstancias sentimentales y laborales me llevaron a cambiar de idea. Simultanear el trabajo con la autoescuela no fue sencillo, pero hoy hace un año que me expendieron mi papelito rosa, por lo que desde hoy, ya no hay una "L" en la luna trasera de mi FIAT Punto.

El caso es que en Agosto de 2004, servidor se hallaba en paro y decidió aprovechar tal cantidad de tiempo libre para hacer algo de provecho y sacarme, al fin, el permiso de conducir, tras llevar desde los 18 años soportando a mi padre y a cuantas mujeres han pasado por mi vida darme la murga con el dichoso carnet.

Pero mira por donde que al día siguiente de matricularme en la Autoescuela me llaman para una entrevista de trabajo en Manises, pueblo cercano a Valencia, pero muy mal comunicado con la zona donde (aún) vivo. Total, que me cogen para el puesto de trabajo en cuestión, lo que me generaba el problema de una casi total incopatibilidad de horarios con la autoescuela.

El escenario durante los siguientes meses fue el siguiente:

- Me levantaba a las 7:10 de la mañana
- Salía de casa a las 7:50
- Cogía el autobús a las 8:05
- Llegaba al trabajo a las 9
- Comía en el polígono a las 14 y pasaba el rato hasta las 16
- Salía de trabajar a las 19
- Cogía el autobús sobre las 19:15
- Llegaba a la autoescuela a las 20:10 (10 minutos tarde)
- Salía de la autoescuela a las 21
- Llegaba a casa totalmente fundido a las 21:15

Así, día tras día durante al menos un par de meses. Os podéis imaginar hasta dónde estaba de la situación.

Luego se dio la circunstancia de que la primera vez que me presenté al teórico tenía el DNI caducado, por lo que tuve que esperar a la semana siguiente para aprobar.

Para el práctico, la situación fue aún peor, aunque cambiando de horarios:

- Me levantaba a las 6:10 de la mañana
- Salía de casa a las 6:50

- Llegaba a la autoescuela a las 7
- Hacía la práctica hasta las 8:30
- Cogía el autobús a las 8:35
- Llegaba al trabajo a las 9:30
- Comía en el polígono a las 14 y pasaba el rato hasta las 16
- Salía de trabajar a las 19:30
- Cogía el autobús sobre las 19:45
- Llegaba a casa totalmente fundido a las 21:00


Además, dada mi absoluta incapacidad para conducir, tuve que hacer más de 40 prácticas antes de presentarme al práctico, que suspendí en un tiempo record. Nada más arrancar el coche me salté un stop y 3 manzanas después me metí en una rotonda sin ceder el paso a los que circulaban por ella. Para terminar de completar mi minuto de gloria, en la salida de dicha rotonda me paré en un semáforo que estaba... en verde.

Sencillamente impresionante.

No obstante, un par de semanas después conseguí aprobar el práctico, por lo cual conseguí (por apenas 3 semanas) sacarme el carnet de conducir antes de cumplir 30 años y como hoy hace un año desde que me lo expedieron, pues ya me he quitado la L, como obliga la ley.

Saludos.

1 Comments:

  • Te adiverto que va a ser todo un off-topic, asi que si no quieres hablar, borra este pos y ya esta. Es que ya sabes que en el curro no puyedo hablar de otra manera.


    ¿Que tal el viaje?

    By Anonymous Anónimo, at 12:50 p. m.  

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