divagando...

lunes, diciembre 19, 2005

DUST, PRUEBA SUPERADA

Hace apenas 25 minutos que he acabado de leerme el último álbum de una de mis colecciones favoritas (El Teniente Blueberry) y no he podido evitar abalanzarme sobre el teclado para escribir mi primera impresión sobre el mismo, y lo primero que me viene a la cabeza es el hecho de que, a diferencia de otros célebres casos del cómic francés en el que una colección ha naufragado de la mano del dibujante como tras la muerte del guionista, Giraud ha superado la prueba... y no era precisamente sencilla la tarea a la que se enfrentaba, no...

Tras la impresionante saga de Chihuaua Pearl, que hizo que las aventuras y desventuras de nuestro rebelde, testarudo y desaliñado héroe, al enfrentarse a los indios, al General Allister o meterse en la búsqueda de un tesoro en la mina del alemán perdido nos parecieran recreos en el parvulario, Giraud se lanzó a la aventura de continuar con la saga en solitario con un arco argumental que se ha acabado extendiendo durante cinco álbumes y cuyo resultado final, si bien está lejos del sobresaliente, sí es de una dignidad fuera de toda duda, amén de estar salpicado de momentos absolutamente magistrales, sobre todo en el apartado gráfico.

Probablemente el principal pero que se le puede achacar a la saga de Mr. Blueberry es una cuestión de ritmo, sobre todo durante sus tres primeras entregas. Los acontecimientos pasaban con tal lentitud que esperar 2 o 3 años para leer cómo continuaba la historia se hacía absolutamente desesperante, mientras que en los dos últimos actos (Ok Corral y Dust), éstos se precipitaban de tal manera que al final da la sensación de que algunos subargumentos se han cerrado de un modo un tanto, digamos, precipitado.

En el apartado gráfico, los tres primeros álbumes de la saga (Mr.Blueberry, sombras sobre Tombstone y Gerónimo el Apache) sólo pueden ser calificados como obras maestras. Probablemente en ellos, el dibujante consiguió la perfecta fusión de su estilo como Giraud (con más fuerza, barroquismo y rotundidad) y el que tuvo como Moebius (con más elegancia, tanto en el trazo como en el movimiento de la figura) dando como resultado tres tebeos sublimes gráficamente.

En cambio, y es una opinión muy particular, en "OK Corral" y "Dust", el trabajo de Giraud es más disperso, y me da la sensación de que hay más de una viñeta, e incluso página, acabada por un "ayudante" (o "negro", como se quiera llamar)

El final del álbum nos deja bien a las claras que Giraud tiene más historias de Blueberry para contarnos, lo cual sólo puede ser motivo de alegría, siempre y cuando mantenga el nivel alcanzado y no dejándose llevar hasta los límites vergonzantes de Uderzo en Astérix.

Saludos.