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lunes, enero 16, 2006

FERRAN MARTÍNEZ, Ferran, para los amigos.

Post publicado al poco de retirarse Ferran Martínez, hace más de 3 años

Hoy puede resultar un tanto extraño decir determinadas cosas de Ferran, pero lo cierto es que era un pívot tremendamente prometedor, las expectativas que levantaba un hombre de 2,13, bastante coordinado y con un excelente lanzamiento de media distancia eran tremendas, como las de su compañero de quinta en el Barça, Julián Ortiz. Podría decirse, pese a su brillante palmarés, que Ferran se quedó a mitad de camino, mientras Ortiz se quedó en el principio.

Ferran emergió de la cantera blaugrana en una época en la que no emergía absolutamente nada de allí. La práctica totalidad de jugadores catalanes de nivel salían de las filas del Joventut de Badalona y el contar con un hombre tan prometedor levantó multitud de expectativas a su alrededor. Digamos que era el tuerto en el país de los ciegos...

Lo cierto es que en medio de un Barça dominante, que empezaba su jerarquía en la ACB a mediados de los 80, el joven Ferran no parecía tener sitio entre tanto Norris, Trumbo, MacDowell, Bryant, etc... lo que propició su cesión al Grupo IFA de Barcelona, el antiguo Espanyol, en la temporada 88/89 (la de Petrovic). La verdad es que fue una jugada extraña, porque Ferran se instaló en Montjuic y Santi Abad en can Barça, donde tuvo unos inicios prometedores (“el junior”, le llamaba Lluís Canut), pero su participación se fue diluyendo lentamente hasta hacerse prácticamente nula). El caso es que Ferran , con Moncho Monsalve, llevó al IFA a la mejor temporada de su historia, culminada con el octavo puesto, en un año en el que se revela como un jugador con una inusitada facilidad para anotar, con un muy buen lanzamiento de media distancia, lo que le abre las puertas del regreso al Palau.

En la pretemporada 89/90, Ferran confirma lo apuntado en el año anterior y pasa de la quincena de puntos con facilidad. Aquel fue un año rarísimo para el Barcelona: la lesión (habitual todos los años) de Norris, el pobre rendimiento de Paul Thompson e innumerables problemas más sumirán al equipo de Aíto en un desconcierto monumental, deambulará por la zona baja del Grupo A de la primera fase y llegará a estar muy lejos de meterse en el grupo I de la segunda fase (en aquellos años, el sistema de competición era un auténtico galimatías), pero la llegada de David Wood (1), la recuperación de Norris, etc... propiciará una reacción descomunal del Barcelona que acabará ganando la liga de calle. Ese Barcelona es el equipo español más contundente que yo he visto, sus play-offs fueron una auténtica apisonadora, ganando todos los partidos, salvo uno, por más de 10 puntos. El concurso de Ferran esa temporada es irregular, pero la sensación general es que nos hayamos ante el pívot español más dominante del momento, toda vez que Fernando Martín acaba de fallecer y su hermano Antonio tampoco termina de culminar todo lo que apunta. Además, su habitual lanzamiento de media distancia empieza a ampliarse y de vez en cuando se empieza a marcar triples (2). La directiva se lanza a renovarlo, pero por lo visto las cifras ofrecidas no son satisfactorias y las negociaciones se eternizan. Recuerdo que un escalofrío de esperanza recorrió mi espalda cuando Gigantes anunció que el pívot podía estar en ese momento más cerca del Joventut que del Barça, rumor que se confirmaba pocos días después. Ferran era nuevo jugador de una penya que parecía ese año más decidida que nunca a apostar por el título, con las incorporaciones de Lolo Sainz, Pressley, Thompson y el mismo Ferran. La importancia del fichaje del pívot por la penya se resume en dos frases, la de su nuevo entrenador y la del que iba a serlo. Lolo Sáinz declarará: “el refuerzo de Ferran es importantísimo”, mientras Maljkovic dirá: “La pérdida de Ferran es enorme” (3)

Con el Joventut, Ferran vivirá los mejores años de su carrera. Será decisivo en la primera liga que conquista el club verdinegro en 13 años y repetirá título al año siguiente (91/92), pese a que perderá la final de la Copa de Europa (no pudo participar). No obstante, ya se empieza a labrar su fama de jugador “blando”, que rehuye el contacto directo con el pívot rival, en lugar de cargar el hombro para hacerse un lugar en la zona. Su privilegiada muñeca le permite saltar hacia atrás y anotar, pero con frecuencia, al no ir al choque, no puede cobrarse la falta del defensor, además de no tener opción de recuperar el rebote de atque. Al acabar dicha temporada, renovará su contrato con la penya por dos años más, en el segundo de los cuales se proclamará campeón de Europa, con una participación fundamental en la final contra el Olympiakos. El título, no obstante, no impedirá que la crisis económica de la entidad propicie el desmembramiento del equipo y Ferran abandona la penya declarando: “En el club solo hay dinero para renovar a Villacampa”. Su destino será su club de origen, donde realizará una muy estimable primera campaña, pero no será así en su segundo año, en el cual se verá frecuentemente superado en minutos por Andreu, un jugador a años luz de su calidad, pero con mucha más capacidad de sacrificio. Al acabar el año abandona el club echando pestes de Aíto, algo que ya había hecho la primera vez, y parte rumbo a Grecia, donde jugará en el Panatinaikos a las órdenes de Maljkovic y será elegido mejor extranjero de la liga griega. Después de esto, jugará a buen nivel en el Peristeri, para volver en la temporada 99/00 al Joventut, aceptando un contrato menor que el que tenía en Grecia, donde rendirá a muy buen nivel esa temporada (lo único salvable, junto a Raül López), para bajarlo alarmantemente en la segunda, con misteriosas lesiones no encontradas, etc... El año pasado empieza la temporada en el Peristeri, (4) pero los problemas económicos que sufre el conjunto heleno propician su llegada al Fabriano de la Liga Italiana, donde tenía previsto continuar esta temporada, pero la grave lesión que sufrió en el Catalunya-Croacia le ha impedido acabar su carrera de la forma que él hubiera querido.

A pesar de su fama de blando, a pesar de la enorme frecuencia con la que se ha visto obligado a cambiar de equipo, a pesar de lo atípico de su estilo de juego, el palmarés de Ferran queda como un legado innegable: 7 Ligas ACB, 2 Copas del Rey, 1 Liga Griega, una Copa de Europa, una Copa Korac y una Recopa (uno de los pocos españoles que ha conquistado los tres títulos continentales) son algunos de sus logros colectivos

Un saludo

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(1) Uno de esos fichajes geniales de Aíto. No costó casi ni un duro, venía de jugar 2 minutos en la NBA (no de media, no. En total) y su rendimiento extraordinario le hicieron ganarse al público culé (“Wood, gladiador, volem renovació” y “Volem Wood, Kukoc tururú” eran algunas de las pancartas que se veían en el Palau aquel año)

(2) Recuerdo un partido de esa primera fase disputado en el Palau entre el Barça y el Estudiantes, que retransmitía para Antena 3 Radio Siro López (el ahora jefe de deportes de TeleMadrid), pues estaba yo escuchándolo cuando de repente se oye un grito unánime de sorpresa del público al tiempo que, visiblemente excitado, López comenta: “atención, porque debe ser un momento histórico. Ferran Martínez acaba de anotar una super 5 estrellas (asi llamaban a los triples en esa radio)”. Con los años, ver a Ferran lanzar desde más allá de la línea de 6,25 se ha hecho habitual, pero por entonces fue todo un shock

(3) A Maljkovic se le prometió que contaría con la misma plantilla que el año anterior, con lo que su estupor fue notable al enterarse de la marcha de Ferran. Esa fue el primero de los muchos roces que tendrían él y Aíto.

(4) Resulta cuanto menos curioso el eterno camino de ida y vuelta que ha llevado a cabo Ferran con el Barcelona, el Joventut y el Peristeri.

1 Comments:

  • La fama de jugador blando era mas que justificada, ¿cómo puede un jugador de 2.13 no machacar cada vez que se queda solo bajo el aro?, por no hablar de la tipica jugada en la que se la pasaban en carrera y hacía pasos.

    No se le puede negar el palmares ni el buen tiro exterior pero a mi nunca me gusto.

    Saludos.

    By Anonymous Anónimo, at 12:16 p. m.  

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